Una hemorragia sufrida en la operación ante la que el médico "no reaccionó" como exige la praxis médica provocó la lesión neurológica
SANTANDER, 12 Jun. (EUROPA PRESS) -
Un médico deberá indemnizar con casi 186.000 euros a una paciente a la que operó de un tumor y que, en el quirófano, sufrió una hemorragia ante la que, a juicio de la Audiencia Provincial, el facultativo "no reaccionó" del "modo exigido por la praxis médica" al colocarle un implante artificial que le obstruyó una arteria y le provocó una isquemia de la pierna derecha.
Los hechos demandados ocurrieron a mediados de 2006. Tras presentar la paciente una neoplasia rectosigmoidea, se le realizó una biopsia en la que le fue detectado un adenocarcinoma sin extensión abdominal que debía ser extirpado quirúrgicamente.
La paciente fue operada el 28 de agosto en la Clínica Mompía. Aunque en principio iba a ser intervenida por vía laparoscópica, finalmente se le realizó una cirugía abierta por las adherencias abdominales que presentaba, durante la que sufrió una hemorragia.
Para detenerla, y tras varios intentos, se le colocó un implante artificial denominado 'parche de dracon', si bien, para ello, hubo que esperar más de dos horas y media a que éste fuera suministrado por Valdecilla porque en Mompía se carecía de él.
Una vez colocado, se pudo restablecer la circulación de la arteria que había provocado la hemorragia y continuar con la extirpación del tumor, que fue "exitosa", según la Sala.
Sin embargo, doce horas después de la operación, se constató que la paciente sufría una completa obstrucción de la arteria en la que se le había colocado el implante, que le provocó la isquemia en la pierna.
A raíz de esta "irreversible" lesión neurológica, a la mujer le ha sido otorgada la incapacidad laboral en grado absoluto.
Al considerar la paciente que durante la intervención hubo dos actuaciones que "no se realizaron correctamente" por el médico, interpuso una demanda ante el Juzgado de Primera Instancia Número 5 de Santander, que fue desestimada al no advertir actuación negligente.
Sin embargo, ahora la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial ha admitido en parte el recurso que la paciente presentó contra esta sentencia al considerar que el médico debió prever las complicaciones que se debían producir y tener a disposición "cuantos medios, materiales y personales" precisase para hacer frente a ellas.
Así, determina que tuvo que tener a su disposición el material sintético reparador de la vía y tuvo que advertir de controlar el flujo sanguíneo y el tratamiento con anticoagulantes.
Aunque en relación con el postoperatorio, la Sala considera que el cirujano no puede personalmente y en cada momento comprobar la evolución del operado, subraya que "no consta" que acudiera a reconocer y valorar los signos de isquemia que presentaba la paciente tras la operación y que fueron advertidos por un familiar de la intervenida, que era médico de familia.
INDEMNIZACIÓN
Así, la Audiencia Provincial fija en 57 puntos las secuelas --funcionales y estéticas-- provocadas y, de cara a la indemnización, concede 1.560 euros por cada uno de ellos, lo que suma 88.920 euros por secuelas, a los que hay que añadir otros 80.000 por la incapacidad que le provocó la operación, más 900 por perjuicios económicos.
El resto hasta llegar a los 185.801 euros finales, se conceden por días de hospitalización y días impeditivos.
