SANTANDER, 10 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Paraninfo de la Universidad de Cantabria, en la calle Sevilla, es a partir de hoy la sede de los frescos que el pintor santanderino Luis Quintanilla creó para la exposición Universal de Nueva York (1939) titulados 'Dolor', 'Destrucción', 'Huida', 'Soldados' y 'Hambre' y agrupados con el nombre genérico 'Ama la paz y odia la guerra', un "gran exponente de sensibilidad" sobre la "sinrazón" y "la pérdida de los valores asociada a la guerra".
Así lo afirmó el rector de la institución académica, Federico Gutiérrez-Solana, en el acto de presentación de los frescos, al que asistieron representantes del mundo de la política, la Universidad, el arte y la cultura, encabezados por el jefe del Ejecutivo regional, Miguel Ángel Revilla; el secretario de Estado de Universidades e Investigación, Miguel Ángel Quintanilla, y el director del programa de apoyo a las universidades del Santander, José Manuel Moreno.
Para el rector, los frescos de Quintanilla contribuirán a defender la idea de que es necesario "trabajar con la razón y con la ética como argumentos", ya que son "un alegato en favor de la paz", según añadió el secretario de Estado de Universidades, que aseguró que los frescos "transmiten un mensaje potentísimo" y un sentimiento de "tristeza por ver reducida la condición humana a la de un mineral".
A partir de ahora, gracias a su restauración y su traslado desde el garaje de Lond Island (Nueva York) en el que se encontraban "apilados entre bicicletas", podrán ser contemplados por los ciudadanos y los escolares, de manera que el patio central del Paraninfo de la UC se convertirá "en un espacio de culto contra la violencia", tal y como deseó el representante del Santander, mecenas del traslado y la restauración de las obras.
Para el presidente del Gobierno de Cantabria, "los cuadros de Luis Quintanilla siguen siendo por desgracia absolutamente vigentes", a pesar de haberse creado inspirados en la Guerra Civil Española, ya que "hoy mismo nos desayunamos con que psicópatas enloquecidos intentan quebrar la paz y la convivencia", dijo refiriéndose al atentado de ayer de la banda terrorista ETA.
MEMORIA HISTÓRICA.
La especialista en la obra de Quintanilla, Esther López, explicó las vicisitudes de estos cuadros, que durante muchos años se dieron por desaparecidos, y que surgieron de un encargo del gobierno español de la República, que contrató la decoración del pabellón español para la muestra internacional de Nueva York al pintor Sunyer, el escultor Joan Rebull y el fresquista Luis Quintanilla.
López indicó que el artista santanderino "concibió este encargo como un poema mural contra las guerras, al modo de un simbolista político que plasmó en una composición monumental de 11 metros y medio, una longitud superior a la del Guernica, obra fundamental con la que guarda interesantes paralelismos" y que también fue realizada por encargo, para la exposición universal de París de 1937.
Después de la exposición de Nueva York, los frescos pasaron por diferentes manos. El propio artista, para protegerlos dijo que se habían destruido cuando se inundó el almacén donde estaban guardados, una historia que se dio por cierta hasta que en 1990 fueron descubiertos en los pasillos de un cine neoyorquino.
"Con el rescate de estos frescos la Universidad de Cantabria recupera no sólo para la Comunidad Autónoma, sino para toda España una obra de extraordinario valor histórico-artístico que permitirá ofrecer a las generaciones venideras el conocimiento de este patrimonio de la memoria histórica y la recuperación de un artista que el exilio nos había robado", afirmó López.
Los trabajos de restauración se han realizado a lo largo de todo el verano en el mismo Paraninfo bajo la supervisión y coordinación de Javier Gómez, profesor de la Universidad de Cantabria y director de Exposiciones de la UC y dirigidos por las profesoras de la Universidad Politécnica de Valencia Pilar Roig y Julia Osca.