SANTANDER 20 Dic. (EUROPA PRESS) -
Ramón Muñiz se ha convertido en el tercer consejero del Racing que presenta su dimisión tras la controvertida Junta de Accionistas del pasado domingo, siguiendo así la senda de Fernando Burgúes y Fernando Ortíz. En un comunicado, Muñiz reconoce que "no esperaba una virulencia tan grande".
"Ni la esperaba ni la entiendo", puntualiza tras asegurar que "sólo y exclusivamente" su salud ha motivado la decisión de no continuar en el cargo de consejero, decisión que ya ha comunicado a la entidad.
Muñiz explica que su sentimiento racinguista y su responsabilidad le llevaron a aceptar "con honor y orgullo" el cargo de consejero, para el que fue propuesto en la Junta General de Accionistas del pasado domingo, con el fin de "poder ayudar al equipo de mi tierra en un momento tan complicado".
Añade que quiso estar en el Consejo de Administración del Racing porque "entendía -y sigo entendiendo-, añade, que esa era la única forma de ayudar a que la institución recuperase una normalidad que no tiene ahora y que es fundamental para que pueda continuar existiendo".
Aunque "ni esperaba ni entiende" la "virulencia" en que se ha desarrollado la junta de accionistas, confiesa que con él "no ha sido tan dura", ya que ha recibido "muestras de cariño y de apoyo de muchísimos amigos y de medios de comunicación a los que doy las gracias".
No obstante, subraya que con sus compañeros "se ha sido injusto" y se han cometido "actuaciones que me avergüenzan: insultos, amenazas, presiones a la familia,... violencia al fin y al cabo, que nadie ha condenado", lamenta, esperando al mismo tiempo "que cada uno recapacite y no se pasen líneas que se empiezan a sobrepasar y que sólo traen lamentos, pero sin posibilidad de retorno".
En este sentido, señala que "ante todo somos personas normales, con ilusión por ayudar a nuestro equipo". "No hemos cometido ningún delito, sólo hemos intentado ayudar a nuestro club a través de un grupo que no es el mismo que querían otros", lo cual, añade, "no es suficiente motivo para proceder a linchamientos que ya, hace muchos años, afortunadamente, terminaron".
Muñiz confiesa que toda la tensión a la que se han visto sometidos afecta a su "delicada salud", motivo por el que ha decidido presentar su dimisión.
Por último, agradece "a todos el cariño mostrado" y ruega "a aficionados y medios de comunicación que se den cuenta de que se puede discrepar y criticar, pero que no se pueden aceptar ni las presiones, ni las amenazas, ni mucho menos las agresiones físicas o verbales".