SANTANDER, 9 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de Santander señaló esta tarde en un comunicado que el hecho de que el alcalde de Santander, Íñigo de la Serna (PP), pretenda retirar de manera simultánea la estatua de Franco y el escudo de la II República "no es sino equiparar un régimen dictatorial con un régimen legítimo y supone una ofensa para todos los que defendieron e incluso dieron su vida por la legalidad de la II República".
El PSOE se refirió así al anuncio realizado esta mañana por el alcalde de Santander, quien señaló que con ocasión de la reforma de la plaza del Ayuntamiento y del aparcamiento subterráneo, se retirará la estatua de Franco y también dijo que "simultáneamente" se levantará el escudo de la República.
A juicio de los socialistas, no sólo debiera retirarse la estatua ecuestre de Franco sino que también debieran retirarse todos los símbolos, nombres de calles, etc, "que glorifican a unos españoles que tras un golpe de estado fallido ganaron la guerra en detrimento de otros, los derrotados".
El PSOE agregó que en un sistema democrático, "no se puede explicar la existencia de símbolos de una dictadura, a pesar de que a algunos no les disgusten" y subrayó que "es preciso honrar", a los que durante cuarenta años "fueron perseguidos y cerrar de una vez este capítulo". "Otros, los vencedores, pudieron honrar a los suyos durante todo este tiempo".
A este respecto, el Grupo Municipal Socialista se refirió al desbloqueo del texto sobre la Ley de Memoria Histórica, que permitirá su tramitación final, y señaló que dicha ley "pretende reparar los daños que pudieron sufrir las víctimas de la Guerra Civil y de la dictadura de Franco".
Tras indicar que "sólo los dos extremos, el Partido Popular y Esquerra Republicana, aunque por razones muy diferentes, rechazan la Ley", el PSOE señaló que aunque en los últimos treinta años se han reparado injusticias, en esta Ley "figurará la condena del franquismo porque nadie se puede sentir legitimado para utilizar la violencia e imponer sus convicciones políticas y establecer un régimen totalitario", resaltó.
Señaló finalmente que en este contexto de cierre de una etapa "de las más tristes de la historia de España", Santander, junto con Melilla, "comparten el dudoso honor de tener erigida una estatua al máximo responsable político de ese periodo de excepción y de negación de libertades y derechos", concluyó.
