UIMP.- Trabajo dice que la Ley de Igualdad "corrige discriminaciones" y la CEOE cree que "se mide por la estadística"

Actualizado: jueves, 5 julio 2007 21:07

La secretaria general de Políticas de Igualdad y la responsable de Servicios Sociales de la CEOE participan en un coloquio

SANTANDER, 5 Jul. (EUROPA PRESS) -

La secretaria general de Políticas de Igualdad del Ministerio de Trabajo, Soledad Murillo, consideró hoy en Santander que la Ley de Igualdad, que entró en vigor hace tres meses, pretende "corregir" las "discriminaciones" a las que tradicionalmente se ha visto sujeta la mujer en España; mientras que Pilar Iglesias, directora de Seguridad Social, Prevención de Riesgos Laborales, Sanidad y Servicios Sociales de la CEOE, cuestionó que "no todo se puede hacer desde una ley" y que esta norma "se mide por la estadística".

Murillo e Iglesias hicieron estas declaraciones en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de la capital cántabra, en donde comparecieron en rueda de prensa, junto a la catedrática de Sociología Constanza Tobío, con motivo de su participación en el ciclo de 'Conversaciones en La Magdalena'.

La secretaria general de Políticas de Igualdad explicó que la Ley de Igualdad pone en marcha "una diferenciación entre discriminación e igualdad" de modo que "se corrige donde hay diferencia de trato", y se trata de "promover que se practique un principio justo de administración de privilegios y de decisiones".

Destacó que la aplicación de la norma constituye un "reto extraordinario" dada la "complejidad" de ésta, y a que "tradicionalmente se ha relacionado igualdad con mujeres, y eso no es así", constató. Consideró que, además, con la Ley de Igualdad "se plantea un nuevo contenido de negociación colectiva", al obligar a sindicatos y empresarios a negociar en esta parcela en la "que hasta ahora eran soberanos".

Por su parte, la directora de Seguridad Social, Prevención de Riesgos Laborales, Sanidad y Servicios Sociales de la patronal afirmó que, pese a que globalmente por parte de las organizaciones empresariales la nueva ley se "valora muy positivamente", éstas no comparten "la forma de llegar" a los objetivos que se marcan "en algunos aspectos".

"Estamos totalmente de acuerdo con el principio y los objetivos, pero quizás lo que no compartimos son algunas de las formas de llegar a ellos", explicó Iglesias, quien remachó que "algunos puntos" de la Ley de Igualdad han sido "especialmente difíciles" para las organizaciones empresariales.

Abogó por "buscar puntos de encuentro" porque, según constató, "en el mundo de las relaciones laborales, todo lo que se desarrolla desde los acuerdos es más eficaz y mejor asumido". En todo caso, subrayó que la igualdad "no se consigue poniendo negro sobre blanco lo que a todos nos gustaría", sino que "exige una educación", "un cambio cultural" y que "se produzcan los equilibrios necesarios".

"IGUALDAD Y PARIDAD NO SON SINÓNIMOS"

De este modo, recalcó que "igualdad y paridad no son sinónimos", y criticó que en la nueva ley "la igualdad se mide por la estadística", lo que desde la patronal se "ve con gran preocupación", advirtió. Agregó que cualquier medida en este sentido no se puede poner en práctica "de espaldas al conocimiento de la realidad".

Hizo hincapié en que el modelo laboral español "no ha surgido como si fuera una seta" y, a este respeto, recordó que las mujeres se han incorporado al mercado de trabajo "más tarde" que los hombres, "y cuando éstos llevaban muchos kilómetros recorridos" y ya "estaban situados". "No todo se puede hacer desde una ley, primero hay que analizar los problemas y por qué se producen determinadas dificultades, y ese análisis no viene por los números", sentenció Iglesias.

Murillo, ante estos argumentos, reconoció la incorporación más tardía de la mujer al mercado del trabajo, pero lo atribuyó a que "la discriminación era el principio fundamental del Movimiento" de forma que a las mujeres "se les prohibía trabajar".

"Eso nos ha retrasado, pero es un atraso que no viene por el mérito y la capacidad, sino por unas condiciones discriminatorias", subrayó esta responsable de Trabajo, quien apuntó que en aquella época "el Movimiento Nacional Católico estaba hablando permanentemente de la mujer abnegada en casa que no pensaba en salir siquiera".

Como consecuencia de ello, a su entender, "hay que pegar un acelerón, en el sentido de corregir". A modo de ejemplo, indicó que en la ley se considera "discriminación directa" cualquier pregunta "sobre maternidad, responsabilidad familiar o estado civil" en los procesos de selección.

LISTAS ELECTORALES Y EMPRESAS

Respecto al recurso que el PP ha presentado ante el Tribunal Constitucional contra la Ley de Igualdad, Murillo apuntó que en él "se considera a la mitad de la población como un colectivo", que se compara "con los ancianos" o "las personas con discapacidad", sin tener en cuenta "el principio de representación".

"La democracia es representación y tienen que reflejar los intereses de la mayoría", constató esta responsable del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales al respecto.

Se preguntó, además, "por qué si todos empezábamos de cero en la democracia, porque hasta este año nadie ha hablado i de mérito ni de capacidad para conformar la listas". "Cuando estaban los varones les venía en ADN, y cuando hemos dicho comparta, (se recurre a) mérito y capacidad", cuestionó.

Resaltó que aunque en España "hay muchas directivas", a la hora de conformar los consejos de administración de las empresas éstas no se ven representadas.

En relación con esta idea, comentó que nuestro país es "el penúltimo de Europa", sólo por delante de Italia, en cuanto a mujeres incorporadas a los consejos de administración empresariales. "¿Por qué es esto?, ¿es que las mujeres españolas están peor preparadas que otras?", se preguntó Murillo, quien en este sentido apostó por que se aplique "la igualdad".

En cualquier caso, lamentó que tras la aprobación de la ley "se ha dado mucha publicidad" tanto a la cuestión de los consejos de administración como a la de las listas electorales, frente a otras menos conocidas pero "muy importantes", como el que se reconozca a las mujeres rurales como cotitulares de las explotaciones agrarias.