Adriana Semprún, la bailarina que honra a Cuenca relatando la ciudad a través de la danza para reivindicar la profesión

Adriana Semprún, la bailarina que honra a Cuenca relatando la ciudad a través de la danza para reivindicar la profesión
Adriana Semprún, la bailarina que honra a Cuenca relatando la ciudad a través de la danza para reivindicar la profesión - EUROPA PRESS / RUBÉN MARCO CHECA
Publicado: jueves, 29 abril 2021 8:29

   CUENCA, 29 Abr. (EUROPA PRESS) -

   Adriana Semprún es una joven bailarina de Cuenca que, a sus 30 años, ha sabido luchar y trabajar para hacer de su pasión una forma de vida y su profesión desde hace 15 años. Con motivo de la celebración este jueves del Día Internacional de la Danza, la conquense acerca a Europa Press su estrategia no sólo para reivindicar esta disciplina artística y profesión, sino también para enaltecer a su ciudad natal.

   En declaraciones a Europa Press, Semprún ha recordado cómo ya desde bien pequeña su madre le decía que antes de empezar a andar, ya bailaba, y que, aunque ya competía en gimnasia rítmica, según fue creciendo fue cambiando los tapices por los escenarios para dedicarse de lleno a la danza.

   "Cuando termino el instituto y tengo que decidir a qué me quiero dedicar profesionalmente, no dudo en irme a estudiar a Madrid al Conservatorio y a intentar dedicarme de lleno al mundo de la danza, y en ese camino sigo actualmente", ha asegurado.

   Ya desde pequeña se unió a la asociación de danza que crearon Alegría y Javier, con quién empezó a recorrer la provincia y, aparte de dedicarse en la actualidad a la formación en dicho centro, lo compagina con la performance y la promoción de la danza contemporánea aprovechando cualquier evento y cualquier oportunidad para sacar la danza a la calle.

   Una promoción que, aunque "va lenta", poco a poco va consiguiendo respuesta por parte de la gente, porque según ha recalcado Semprún, "el mundo está necesitado de alegría, eventos y cultura".

   Al mismo tiempo, ha reconocido que poco a poco, está viendo cómo tanto Cuenca como sus ciudadanos "se van interesando cada vez más por esta parte de la danza".

QUE LA GENTE SIGA BAILANDO, UNO DE SUS RETOS

   Como defensora del concepto de que la danza tiene que estar en todas partes, y en cuanto a sus ambiciones de futuro en esta disciplina artística, se ha propuesto el objetivo de promocionar la danza contemporánea ligado a la educación.

   "Voy trabajando poco a poco en el hecho de que me gustaría que todos tuvieran un acceso a la formación en danza desde que somos pequeños, ya que todo va relacionado en que la danza es una profesión", ha asegurado la joven conquense.

   Por este motivo, Semprún mantiene toda su lucha para que tanto la gente en general como los profesionales del sector "valoren y reivindiquen que la danza es una profesión como otra cualquiera, aunque en este caso hay que estudiarla desde que eres pequeño y es muy exigente y muy larga".*

   Entre sus retos profesionales, ha creído Semprún que en la actualidad está en que la gente "siga bailando, en que haya cada vez más demanda y en que se respete la profesión".

   A su entender, tanto en Cuenca como en Castilla-La Mancha "todavía se está lejos de entender la danza como una profesión, como una forma de vida además necesaria por ese aporte a la sociedad".

   Sobre el estado de salud se encuentra en la actualidad esta disciplina artística, Semprún ha subrayado que el reto actual está "en que haya más danza".

   Eso sí, considera que la danza rodea todo, desde videoclips hasta películas e incluso en los anuncios de televisión", ya que la danza no deja de ser el puro movimiento. "Y de movimiento, estamos rodeados".

   "El ojo se nos está acostumbrando a la danza, pero nos falta identificar eso para extrapolarlo e ir al teatro", añade. Al mismo tiempo, se pregunta cómo se podría conseguir este objetivo, ante lo que cree fundamental "sacar la danza a la calle, y mostrarla tal y como es". "Es decir: difundirla y expandirla".

SACAR LA DANZA A TODOS LOS RINCONES DE CUENCA

   Y precisamente, a parte de su labor como docente en el centro 'Alegría y Javier danza y pilates', Semprún ha decidido ponerse ropa cómoda y salir a los rincones de la ciudad de las Casas Colgadas creando un proyecto para contar la historia de la ciudad a través de la danza contemporánea.

   Un proyecto que tal y como ha recalcado, nace de su afán personal "de incluir y rodearnos de danza". Entonces, se preguntó por qué no contar la historia de su ciudad, "que más allá de las Casas Colgadas y el Puente de San Pablo, es una gran desconocida".

   Fue en este punto cuando sacó su danza contemporánea a la calle y comenzó a recorrerla haciendo sus performances y narrando la historia de varios rincones bajo el lema 'Cuenca a un paso'.

   Desde la zona de la Iglesia de San Antón, en donde cuenta la leyenda que la Virgen de la Luz se le apareció al rey Alfonso VIII para darle ánimos y perseverar en la conquista de la capital, hasta la puerta de San Juan o el barrio del Castillo están siendo algunos de sus escenarios.

   "Cuenca, más que danza, necesita movimiento, y la iniciativa está siendo muy bien acogida", ha reconocido Semprún, en un proyecto por el cual está recibiendo "muchas felicitaciones".

   A su modo de entender, "ojalá tuvieran más apoyo iniciativas como estas", pero de momento ha asegurado estar "contenta", porque este es un proyecto que acaba de nacer "y ojalá llegue a buen puerto".

Semprún ofrece periódicamente a través de sus redes sociales entregas en las que, a través de la danza y la expresión corporal, presenta su ciudad natal a sus más de 2.000 seguidores desde www.instagram.com/adriana.semprun

LA LLEGADA DE LA PANDEMIA Y CÓMO HA AFECTADO AL SECTOR DE LA DANZA

   La pandemia también ha hecho "mucho daño" en este sector artístico. "De repente se cortó la vida de una industria entera, de bailarines, de técnicos y de coreógrafos", ha lamentado.

   Además, ha hecho hincapié en que, en España, los artistas no cuentan con un régimen especial y con una seguridad como en otros países, en donde están protegidos en una cotización diferente "porque se entiende que un bailarín trabaja todos los días, aunque la función sea un día solo".

   Es España "se está bastante lejos de eso", por lo que ha asegurado que la pandemia "ha hecho muchísimo daño al sector". Aún así, se ha sentido una afortunada porque, como desde hace 15 años, sigue en el lado de la docencia y tiene un trabajo estable dando clases.

   Por eso, ha reconocido el "esfuerzo titánico" que se ha hecho desde la escuela en la que trabaja, 'Alegría y Javier danza y pilates', "por darle a todo la vuelta y buscar soluciones a base de reinventarse".

   "Es duro y complicado el tema de limitaciones de aforo, de distancias, de llevar mascarilla", asegura, si bien aboga por "entender la danza de otra manera, más individual".

   "Está siendo duro y difícil, pero al mismo tiempo gratificante, porque se está viendo que se necesita a la danza y que siempre hay otros caminos", afirma, por lo que ha opinado que "no hay que rendirse nunca, haya COVID u otra cosa, y que siempre hay que seguir adelante".

   Además, entre las reivindicaciones que se han hecho desde el sector de la danza a las autoridades, Semprún ha destacado que la más importante es que les dejen trabajar. "Si nos tenemos que adaptar, nos adaptamos, si nos tenemos que poner la mascarilla, nos la ponemos, pero pedimos básicamente que nos dejen trabajar".

   "Si puedo estar en un avión o en un metro apretada, ¿cómo no voy a poder estar a un metro y medio de una persona en un teatro, instalaciones que además están diseñados por temas de acústica para tener una circulación de aire muy estudiada con unos espacios muy grandes?", se ha preguntado.

ALEGATO PARA VER LA DANZA COMO "NECESARIA" Y COMO UNA PROFESIÓN

   Como alegato en este Día Internacional de la Danza, la bailarina conquense ha asegurado que se trata no sólo de una disciplina artística. "Es vida, es segura, es salud, pero, sobre todo, que es una profesión".

   "Cuando un niño o una niña quieren bailar desde pequeños, más allá de una actividad extraescolar, es una persona que se quiere introducir en este mundo. Un niño o una niña que empieza clases de danza o de baile, se está empezando a formar en una profesión de futuro, y esa es la reivindicación", ha añadido.