TOLEDO, 16 Nov. (EUROPA PRESS) -
El cardenal arzobispo de Toledo, Antonio Cañizares, aunque afirmó hoy que la Diócesis "sabe vivir en escasez y en humildad", pidió la colaboración económica de los fieles, para que la obra social que desarrollan, una vez entre en vigor la nueva financiación de la Iglesia, no impida la labor que realiza "en la vida de hombre y en la sociedad".
En rueda de prensa, con motivo del Día de la Iglesia Diocesana que se celebra mañana, monseñor Cañizares, acompañado del vicario general y vicario para los Asuntos Económicos, Juan Miguel Ferrer, y del responsable de la economía Diocesana, el padre Anastasio, aprovechó también para dar cuenta de la Memoria Económica del Arzobispado durante el 2006.
El próximo año la Iglesia asume un nuevo sistema de financiación, "donde se procura una total independencia del Estado, pero sin que esto signifique rechazo de una colaboración leal y sincera con las diversas administraciones a la hora de concretar los campos de interés al servicio del bien común", indicó.
Cañizares recordó que para tal fin la Iglesia ha puesto en marcha una campaña para fomentar la participación de los fieles, pues la Diócesis presenta "un sinfín de necesidades a las que atender, como en el mantenimiento de los sacerdotes, el del patrimonio, el de los seminarios Mayor y Menor, y la prelatura de Moyobamba, entre otros.
Monseñor, que incidió en la necesidad de que haya "información y transparencia" en las cuentas, señaló que el ejercicio económico del Arzobispado para el año 2006 ha sido positivo, pues presentó unos gastos de 7.187.817 euros, unos ingresos de 7.990.163 euros, y un superávit de 802.345 euros.
"AUSTEROS, PERO EMPRENDEDORES".
Por su parte, el vicario general y vicario para los Asuntos Económicos dijo que la nueva situación financiera de la Iglesia, tras la entrada en vigor del nuevo sistema de financiación previsto para el año que viene, "desplaza el puente de gravitación a las donaciones de los fieles".
"Esto nos obliga, como en casa de todo pobre, a ser austeros, a la vez que industriosos y emprendedores, para salir de la pobreza y buscar vías de financiación alternativa, que nos permita mantener nuestro patrimonio", defendió.
Los gastos prioritarios del Arzobispado de Toledo, según Ferrer, se centran en el mantenimiento de los sacerdotes y el personal, dedicados a la predicación del Evangelio, función que supone un coste de 2.593.408 euros.
Al examinar esos gastos, continuó el responsable de las cuentas del Arzobispado toledano, "no es justo" que haya alguien que considere que el Arzobispado "mueve mucho dinero", pues ha de mantener 270 parroquias, distribuidas en más de 19.000 kilómetros cuadrados, y atender a más de 566.000 habitantes toledanos que se consideran confesos católicos.
Explicó que este superávit que presentan las cuentas del Arzobispado al cierre del ejercicio 2006 no es por falta de gastos, sino "por la buena gestión de ahorro y de economizar que ha realizado".
Tras el mantenimiento del personal sacerdotal, el capítulo de gasto más abultado es el de obras en templos y casas sacerdotales, que supuso un coste de 1.232.154 euros. De tal forma que de las obras que se están llevando a cabo en los inmuebles de la Diócesis, destacan las acometidas en el Seminario, la restauración del Archivo Diocesano, o la casa de la Iglesia en Talavera de la Reina.
Las partidas de gastos más cuantiosas las representan también la de Administraciones Delegadas, dinero que el Arzobispado destina a las administraciones dependientes de él y del Seminario, como la biblioteca del Seminario, casas sacerdotales o el Instituto Teológico, con un total de 938.269 euros.
Esta partida va seguida del gasto en medios de comunicación, boletines y publicaciones que cuesta al Arzobispado un total de 877.280 euros. Otra de las partidas de gasto más importantes es la evangelización en los proyectos del tercer mundo y Moyobamba, a lo que destina 295.797, de los cuales, la prelatura absorber el 97 por ciento del presupuesto.
ENAJENACIÓN DEL PATRIOMIO.
En cuanto al capítulo de ingresos, el Arzobispado de Toledo recibió de la Conferencia Episcopal un total de 3.110.146 de euros; 1.623.672 de las entidades diocesanas y parroquias, y 1.215.833 de enajenación por patrimonio.
Sobre este asunto, desde el Arzobispado defendieron el cobro de la entrada a sus "más señeros edificios históricos" sin que esto implique un fin de lucro, sino el de asegurar su "digna conservación y el apoyo a las suficiente a las iniciativas pastorales".
Cañizares habló incluso de la posibilidad de articular un "billete combinado" para visitar los monumentos, a fin de aumentar el interés de los visitante y rentabilizar sus visitas.
Por su parte, el responsable de la economía Diocesana, el padre Anastasio, instó en reiteradas ocasiones a que las "personas de bien" marquen con un aspa la casilla en favor de la Iglesia a la hora de hacer la declaración de la renta, "porque la iglesia les necesita ahora más que nunca".
Destacó el volumen de recursos obtenidos de los ingresos que genera el turismo, "gracias a ellos se pueden llevar a cabo tareas de las diócesis, y nuestro templos viven del ticket que paga el turista, y sin ellos esas acciones no se podrían realizar" defendió.
CRECIMIENTO DE FIELES.
Otra de las previsiones de cara a los próximos años del Arzobispado es atender el incremento del número de fieles fruto de la expansión urbanística que experimenta la provincia, sobre todo en el Norte de la Sagra y en el Oeste de la Mesa de Ocaña, a fin de atender sus "necesidades pastorales".
Sobre este asunto, Cañizares habló del proyecto de creación de un complejo pastora en la zona de crecimiento de Illescas, de ampliar el colegio Santa Clara de Ocaña "para atender a la ampliación de demanda de colegios católicos", edificar un complejo pastoral en Ontígola, pues rehabilitar la actual sería más costoso, así como construir nuevas parroquias en la capital regional, como la de Santa Beatriz de Silva.