TOLEDO, 2 Sep. (EUROPA PRESS) -
El nuevo responsable de Salud y Bienestar Social, Fernando Lamata, reconoció hoy que, debido al actual "momento de dificultad" desde su Consejería "no podemos hacer milagros" ni una "política de expansión" por lo que el trabajo se centrará en trabajar con "cuidado" y "rigor" para mantener "una riqueza tan grande como tiene Castilla-La Mancha con una sanidad excelente y una atención social de vanguardia".
En declaraciones a los medios tras su toma de posesión, Lamata indicó que intentará "dar respuesta a las necesidades de la gente que menos puede", manteniendo la calidad y las prestaciones sociales a pesar del momento de dificultad, tal y como le ha manifestado el presidente regional, José María Barreda.
Lamata, que ya fue consejero de Sanidad desde enero de 2000 hasta abril de 2004, mostró no obstante la "enorme responsabilidad" que ha sentido cuando Barreda le ha encargado esta labor, que desempeñará "con una gran ilusión por este reto y una gratitud enorme porque confió en mí".
"Voy a intentar hacerlo lo mejor posible, voy a trabajar todo lo que pueda, todas las horas del día", señaló, antes de tener un "recuerdo emocionado" para las personas a las que sustituye, Roberto Sabrido como consejero de Sanidad y Tomás Mañas como responsable de Bienestar Social, porque son "dos excelentes amigos, dos excelentes consejeros, que han hecho un magnífico trabajo y lo que sé es que no voy a mejorar el listón que han dejado, eso seguro, pero voy a intentar mantenerlo".
