Hispania Nostra denuncia el "alarmante estado de ruina" de la ermita de la Virgen de los Llanos en Hontoba (Guadalajara)

Publicado: viernes, 16 febrero 2024 11:24

GUADALAJARA, 16 Feb. (EUROPA PRESS) -

La asociación Hispania Nostra, dedicada a la defensa del patrimonio cultural, ha incluido la ermita de la Virgen de los Llanos, del municipio de Hontoba, en Guadalajara, en su 'lista roja' por "alarmante estado de ruina general".

La 'lista roja' elaborada por la asociación recoge más de 1.300 monumentos españoles que se encuentran sometidos a riesgo de desaparición, destrucción o alteración esencial de sus valores, según ha informado la propia entidad por nota de prensa.

En este caso, la introducción de esta ermita de estilo barroco, reconstruida a principios del siglo XVIII, responde a su estado de conservación, ya que, según ha expuesto la asociación, "el templo se encuentra en estado de ruina", y "ha perdido un gran esquinal, cuyo desplome se debe no solo al paso del tiempo, sino también a la sustracción de piedra".

Además, han apuntado que "los restos se encuentran rodeados de maleza, consecuencia del completo abandono del inmueble".

Según recoge Hispania Nostra, tomando como referencia al historiador Aurelio García López, la historia de la ermita se remonta al siglo XIII, cuando en su ubicación se alzaba una atalaya defensiva de la Orden de Calatrava que contaba con una capilla, que posteriormente se transformó en ermita, a cargo de los monjes jerónimos de Tendilla.

Habiendo servido de lugar de retiro para miembros de la nobleza, como Íñigo López de Mendoza a mediados del siglo XVI, la ermita fue objeto de una reconstrucción alrededor del año 1700 con la estructura hoy conocida.

"Es de planta de cruz latina de una sola nave y bóvedas de cañón en los cuatro brazos rematados con una cúpula sobre el crucero. Emplea aparejo regular en los esquinales y la técnica de mampostería en el restante de los muros", ha expuesto Hispania Nostra.

Además, describen que en la fachada, la piedra se intercala con ladrillo, introduciendo a su vez sillares en la portada que sirve de acceso al templo, de grandes dimensiones y adintelada, y que en la fachada se abre un gran ventanal, labrado de igual forma que la entrada y sobre este, a su vez, un tragaluz circular rematando el muro.

"En el interior de la ermita aún se conservan restos de la decoración de yeso y la pintura al fresco con una serie de dibujos que se han interpretado como un cáliz y una cortina de color naranja", han destacado desde la asociación.