TOLEDO, 22 May. (EUROPA PRESS) -
La lluvia caída estos últimos días en la capital regional respetó finalmente el recorrido de la primera de las dos procesiones del Corpus Christi de Toledo, presenciada por miles de toledanos. Un año más, la famosa Custodia de Arfe recorrió las calles del Casco Histórico para regresar sobre las 13.30 horas a la Catedral Primada.
La festividad, como viene siendo tradicional, comenzó con el disparo de las Bombas Reales y la Misa Pontifical presidida por el cardenal arzobispo de Toledo, Antonio Cañizares; donde estuvo presente también entre otras personalidades, el arzobispo de Morelia (México), Alberto Suárez.
Uno de los momentos más solemnes se produjo frente al Arco de la Sangre, con la tradicional alocución del cardenal arzobispo de Toledo, previa a la bendición del Santo Sacramento. En sus palabras, monseñor Cañizares recalcó que Toledo reaviva su fe y quiere vivir esta fe con mayor intensidad años tras año y declaró que los creyentes también son "hombres de nuestro tiempo".
Aseveró que la Iglesia se compromete a anunciar a todos que "Dios es amor" y destacó que el presente y el futuro del mundo está en la Eucaristía. Por ello, animó a los presentes a avivar y fortalecer el sentido eucarístico y manifestó que para todos los cristianos la Eucaristía es el alimento que les sostiene, sobre todo "en un mundo donde triunfa la cultura de la muerte y la violencia".
Prosiguió diciendo que la Eucaristía no paraliza el desarrollo social, sino que trata el consuelo, la fe, la esperanza, la paz y la defensa de la vida en todas sus fases. Asimismo, dijo que los toledanos siglos y siglos llevan adorando al santísimo hijo de Dios en Zocodover, y apuntó que la procesión del Corpus es una buena ocasión para renovar la elección de Cristo.
La procesión estuvo presidida un año más por el presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, acompañado esta vez por la consejera de Economía y Hacienda, María Luisa Araújo; y la consejera de Turismo y Artesanía, Magdalena Valerio. El presidente de las Cortes, Francisco Pardo, encabezó la representación parlamentaria, junto a los secretarios de la Mesa, Matilde Valentín y Leandro Esteban.
MÁS PARTICIPANTES.
Tras ellos desfilaron el delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, Máximo Díaz-Cano; el jefe superior de Policía de Castilla-La Mancha, Pedro Rojo; el subdelegado del Gobierno en Toledo, Javier Corrochano; el presidente de la Audiencia Provincial, Manuel Gutiérrez Sánchez-Caro y el Fiscal Jefe, José Javier Polo.
El alcalde, Emiliano García-Page, encabezó la representación de la Corporación municipal; después de la cual desfilaron representantes de la Diputación, con el presidente José Manuel Tofiño a la cabeza; junto a miembros del Policía Nacional, la Guardia Civil y la Universidad de Castilla-La Mancha, representada por la vicerrectora del Campus de Toledo, Evangelina Aranda.
Desde los balcones de la Delegación del Gobierno, funcionarios, trabajadores y medios de comunicación siguieron el desfile procesional. Entre las novedades de este año, junto a la recuperación y restauración de algunos de los elementos que integran la procesión, el número de maceros que precedía a la Corporación municipal aumentó de los cuatro tradicionales a cinco.
El presidente de Castilla-la Mancha, José María Barreda, aseguró momentos antes de participar en la Santa Misa, que acude a esta tradicional procesión, emblemática en Toledo, "asumiendo y respetando las convicciones y planteamientos de la inmensa mayoría de los ciudadanos de Castilla-La Mancha".
Para el jefe del Ejecutivo castellano-manchego supone una gran satisfacción participar en esta jornada que tiene, además, un sentido profundo para los cristianos. "Asisto a la misa y después a la tradicional procesión y lo hago con mucho orgullo", rubricó. Por su parte, el delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, Máximo Díaz-Cano, calificó el Corpus como un acto "impresionante".