El Nuncio Apostólico recuerda a los fieles que deben prepararse para Québec "desde la reflexión y la palabra de Jesús"

Actualizado: sábado, 17 mayo 2008 14:31

TOLEDO, 17 May. (EUROPA PRESS) -

El Nuncio Apostólico de Su Santidad en España, Manuel Monteiro de Castro, recordó hoy a los fieles asistentes al Encuentro preparatorio del XIX Congreso Eucarístico Internacional de Québec (Canadá) que se celebra en Toledo, que deben tomar este fin de semana de reflexión "y acercamiento espiritual" como la recopilación de "un conjunto de momentos ricos de reflexión, fraternidad y testimonio de la palabra de Jesús".

El Nuncio Apostólico hizo estas declaraciones dentro de la conferencia "Un Congreso Eucarístico hoy. Québec 2008", que impartió en el salón de Concilios del Arzobispado de Toledo, y que se enmarca en el Encuentro preparatorio del XIX Congreso Eucarístico Internacional de Québec, que se celebrará del 15 al 22 de junio.

Asimismo, hizo un repaso por los diferentes enfoques que la Eucaristía recibe en el Antiguo y Nuevo Testamento, para trasladarlos hasta este momento de preparación del Congreso Eucarístico Internacional de Québec.

Así, recordó cómo hasta hoy han sido convocados 49 congresos eucarísticos, hasta llegar al 48 Congreso Eucarístico Internacional, celebrado hace cuatro años en México, donde el entonces Papa Juan Pablo II dirigió al final de la homilía a los participantes las siguientes palabras: "Tengo la obligación de anunciar el próximo Congreso Internacional en Québec en 2008".

De este modo, resaltó que este logro espiritual "es un gran acontecimiento al servicio de la nueva evangelización", porque explicó que "la Eucaristía es el don que Dios nos envía para tener una vida eternamente feliz".

Sobre el Nuevo Testamento, Monteiro de Castro apreció un giro en los dones de Dios, ya que San Juan dedica el capítulo sexto a Jesús y la multiplicación de los panes y los peces, lo que significa "el poder divino de Jesús, su bondad de compartir para todos y su sensibilidad".

Así, Jesús prepara a sus discípulos para que consigan afrontar las dificultades de la vida "y les hace comprender, conocer y hacer la voluntad de Dios", de modo, explicó, que la presencia de Jesucristo está en la ostia consagrada, que es símbolo del cuerpo y la sangre de Jesucristo "que fue ultrajada por hombres ingratos".

Por último, el Nuncio Apostólico de España recordó las apariciones del Arcángel y Maria la madre de Jesús a los niños jóvenes del pastor en el área de Fatima (Portugal) durante los años 1915 a 1917.