Solana augura cambios en el peso de los países tras la crisis y pide sentar a los emergentes "desde el primer plato"

Respalda crear un cuartel general de la UE que "no sea un cuartel nacional al que europeizas", aunque reconoció que no hay consenso

Europa Press Castilla-La Mancha
Actualizado: miércoles, 24 junio 2009 17:21

TOLEDO, 24 Jun. (EUROPA PRESS) -

El Alto Representante de la UE para la Política Exterior y Seguridad Común (PESC), Javier Solana, auguró hoy cambios globales en Europa tras la crisis económica que provocarán que las relaciones entre los diferentes actores cambien, alterando "el peso específico de unos y otros", de tal forma que la reuniones del G-8 tendrán que pasar a ser las del G-20. Añadió después que a los países emergentes "hay que sentarlos en la mesa de toma de decisiones desde el primer plato, no solo para el postre y el café".

"No seremos capaces de resolver problemas si no damos más juego a aquellos que son imprescindibles para resolver los problemas", dijo, convencido de que a los países emergentes "hay que sentarlos en la mesa de toma de decisiones desde el primer plato, no solo para el postre y el café". Europa, en estos momentos, está atravesando un "momento muy difícil" debido a la crisis, pero es "absolutamente claro e inexorable que el mundo, el día después de que esta crisis acabe, será muy distinto del mundo de cuando la crisis se inició", destacó.

Solana se pronunció así durante la conferencia de clausura, titulada "Las miradas de Europa: ¿Una visión fragmentada?, que ofreció en Toledo dentro del XXI Seminario Internacional de Seguridad y Defensa, donde señaló que en el futuro "habrá paradigmas nuevos y tentaciones de volver a paradigmas viejos, y consecuencias políticas extraordinarias", pues las relaciones entre los diferentes actores de la vida internacional cambiarán.

Indicó que el Estado-nación seguirá siendo la base esencial de las relaciones internacionales "pero habrá que encontrar la forma de buscar algo en común de la soberanía para que la resolución de problemas pueda ser mayor", convencido de que "tal y como el mundo va a avanzar se hará más necesario que el trabajo sea conjunto, compartiendo problemas y soluciones".

En este contexto, avanzó cambios en relación al Producto Interior Bruto (PIB), pues en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) se prevé una caída de 10 puntos de aquí a 2025, y cada uno de los pequeños países "por sí solo va a poder hacer mucho menos", mientras que, en torno al cambio climático, apeló a la necesidad de avanzar en la idea de "soberanía responsable".

De otro lado, negó la existencia de la fragmentación que da título al seminario, pues para que esta se materialice debe haber previamente "un todo", que es el camino "en el que seguimos andando y avanzando a la mayor rapidez".

A su juicio, actualmente existe un "momento de esperanza y optimismo" y confió en que en el mes de octubre se pueda aprobar el Tratado de Lisboa, y en que "a la tercera sea la vencida".

Recordó que en él hay elementos relacionados con la política exterior y con la seguridad, pues se incluye una cláusula de solidaridad colectiva y los conceptos de cooperación reforzada y cooperación estructurada. La primera no sólo será aplicable a la seguridad, mientras que en la segunda podrá participar "todo el que quiera" pues "solo hay que tener la voluntad". En ambos casos, y aunque todavía sin definir, habrá que cumplir unos compromisos relacionados con el gasto en defensa y la capacidad de despliegue de fuerzas más allá de la frontera de cada país.

Javier Solana manifestó, finalmente, que si la Unión Europea antes era un sueño que se convertía en realidad "hoy es una necesidad total y absoluta", y reiteró que "no podremos hacer nada en nuestra vida colectiva si no funcionamos conjuntamente". "Hoy más que nunca Europa es importante, hoy más que nunca Europa es necesaria, es imprescindible", remató.

EMBRIONES PARA CUARTEL GENERAL

El Alto Representante de la UE para la PESC, en el turno de preguntas --y en respuesta a una del comandante general del Eurocuerpo, Pedro Pitarch-- fue partidario de que crear un cuartel general en la Unión Europea que "no sea un cuartel nacional al que europeizas", aunque reconoció que en las estructuras europeas "todavía no hay consenso en torno a él" y propuso que se utilicen "todos los elementos disgregados en la periferia de la UE" como "embriones" de ese cuartel general que, en respuesta a otra de las cuestiones formuladas, no vio "más fácil" hacer en mar que en tierra.

Aquí, Solana aprovechó para remarcar el trabajo de las Fuerzas Armadas Españolas pues "en este tiempo, se han involucrado desde el punto de vista internacional de forma impensable". También destacó cómo han cambiado las relaciones entre la UE y la nueva administración de EEUU y como prueba de ello citó el hecho de que en las primeras tres semanas de Presidencia de Barack Obama "pasaron por Bruselas la secretaria de Estado, el vicepresidente de EEUU y el ministro de Defensa, uno por semana".

También se refirió en su intervención a las pasadas elecciones europeas al afirmar que "cuando hacemos dejación de derecho a voto, hacemos dejación de parte importante de nuestra contribución al Parlamento europeo". A su juicio, "entristece ver la falta de conciencia de lo que todo esto va a suponer en nuestras vidas colectivas", así como la falta de debate, de participación y de presencia real de ese debate en el Parlamento.

Preguntado por este punto concreto en el debate, calificó como "de una supina irresponsabilidad no generar en el país un debate europeo de mayor nivel", al igual que no hacerlo en Francia o Alemania, pues así "no estamos actuando de una manera responsable" y "una desafección europea es algo muy serio y no debería pasar". "En este caso sí hay fragmentación de la ciudadanía europea", y hay que "reconocer que hay unas culpas y responsabilidades de todos y grandes", subrayó.

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