TOLEDO, 22 Ago. (EUROPA PRESS) -
El conjunto del tejido industrial de Castilla-La Mancha creció, en lo que va de siglo, por encima de las medias estatales, y lo ha hecho además en todos los sectores de actividad, pero con muy dispar intensidad.
Según informó hoy CCOO en nota de prensa, los Servicios --excepto Comercio-- y, sobre todo, la Construcción, ganan peso específico. Las empresas dedicadas a estas actividades suponen el 63% del total, cuando al comenzar el siglo representaban diez puntos menos (53,4%).
Tal como indicó el sindicato, la Industria ha tenido que encajar años difíciles, sometida a procesos de deslocalización de los que la región ha conseguido salir mejor parada que el conjunto del país, para arrojar finalmente en el periodo analizado un incremento medio anual del 1,2% --muy superior al ramplón 0,3% estatal--.
Con todo, el incremento total del número de empresas industriales registrado en Castilla-La Mancha entre 1999 y 2007 sólo supone un 3% del crecimiento del conjunto del tejido empresarial de la región. En consecuencia, la Industria ha perdido peso relativo, de forma que en 1999 las empresas industriales representaban el 12,5% de todas las empresas de la región, y hoy son sólo el 10,1%.
El Comercio apenas logra un incremento anual medio del 0,9% en el periodo analizado, después de experimentar en nuestra región en los años 2000 y 2002 --2002 y 2006 en España-- importantes retrocesos en el número de empresas dedicadas a esta actividad, debido al gradual proceso de concentración en sociedades de mayor dimensión, hacia las grandes superficies comerciales.
Como resultado, hoy hay en la región 2.337 empresas comerciales más que en 1999, lo que apenas supone un 9% del incremento total del número de empresas. El número total de comercios representa hoy el 26,9% del total de empresas de la región, 7,1 puntos menos que en 1999.
El resto de Servicios sí ha experimentado un importante crecimiento, que además se ha ido intensificando en los últimos años. En el periodo analizado mantiene un crecimiento medio anual del 4,9% --el 4,7 en España--, y el número total de empresas encuadradas en este epígrafe se ha incrementado en casi 18.000 desde 1999.
Esta cifra supone más de la mitad --el 51%-- del incremento total de empresas registrado en la región desde 1999 hasta 2007, con lo cual estos sectores han incrementado su peso relativo en el conjunto de nuestro tejido empresarial, pasando del 39,5% al 42,7%.
Finalmente, la Construcción. Este sector viene impulsando y sosteniendo gran parte del crecimiento económico del país, y también ha crecido muy intensamente el número de empresas dedicadas a esta actividad. En nuestra región, este crecimiento mantiene un ritmo medio anual del 8,9% (7,6 en España).
El número de empresas constructoras suponía en 1999 el 13,9% del total de empresas de la región. Hoy son el 20,3, 6,3 puntos porcentuales más. A nivel nacional, los datos son igualmente deslumbrantes, pero un poco menos desorbitados.
Resumiendo, nos encontramos con un proceso de creación de empresas importante, y acelerándose en los últimos años -que compensan con creces las menores intensidades iniciales de comienzo del siglo; pero excesivamente enfocadas a la construcción y a los servicios, con pérdida de peso relativo de la Industria.
Es necesario canalizar los esfuerzos para activar una verdadera política productiva, especialmente dirigida a potenciar los sectores industriales y aquellos servicios que implican más valor añadido, con el propósito de orientar el dinamismo empresarial hacia actividades que contribuyan a un crecimiento económico regional más sólido, vigoroso y sostenible; especialmente en actividades y sectores intensivos en tecnología, capital humano y productividad, como pilares básicos para la consecución de los objetivos de convergencia europea definidos en la "Estrategia de Lisboa".
