Vecinos del edificio desalojado achacan problemas al aparcamiento

CUENCA, 17 Feb. (EUROPA PRESS) -

   Los vecinos del número 21 de la Avenida República Argentina de Cuenca creen que las obras del aparcamiento de la calle Astrana Marín han provocado las grietas que este jueves obligaron a desalojar el edificio. Uno de estos vecinos, Iván Bravo, ha relacionado los trabajos en el subterráneo con los problemas estructurales de su vivienda.

   Ha explicado, en declaraciones a Europa Press, que la primera grieta apareció el pasado miércoles pero continuaron produciéndose este jueves por la mañana y a primera hora de la tarde; primero en el salón y luego en la cocina. Ha señalado que escucharon cómo se quebraba la pared y llamaron a los bomberos que, tras analizar el edificio, determinaron el desalojo de las tres plantas.

   "Ayer estaban atravesando unas vigas por debajo de la calle y raíz de que empezaron a hacer ese tipo de obras, se empezó a notar las grietas; se supone que es de parte de ellos", ha señalado.

   Asimismo, ha relatado que un técnico de la empresa responsable de las obras del aparcamiento analizó este jueves el edificio afectado y descartó que los trabajos del aparcamiento tengan relación con las grietas. "Dijo que no era así, que tienen que saber de dónde vienen la causa, que el edificio tiene muchos años y no van a querer ceder, quieren lavarse las manos", ha afirmado Bravo.

   Los pisos de la planta baja del número 21 de la República Argentina están totalmente apuntalados. Deben permanecer así al menos un mes y la recomendación es que hasta el próximo lunes no vuelvan a sus viviendas.

   Según Bravo, los bomberos les han asegurado que el riesgo es muy grande pero asegura que no tiene otra posibilidad. Ha explicado que es extranjero y no cuenta con respaldo familiar en Cuenca más allá de su mujer y sus cuatro hijos, que residen con él en el bloque afectado.

   "Tiene mucho riesgo pero es que yo no puedo estar ya en otro sitio, aquí solamente cuento con los seis que somos y no cuento con otra ayuda, tengo que estar aquí", ha lamentado al tiempo que ha indicado que la casa permanecerá apuntalada pero "no queda otra".

   La familia de Iván Bravo ha dormido esta noche en casas de amigos pero hoy y mañana lo hará en el hotel que les facilita el Ayuntamiento que se ha ofrecido a pagar dos noches de alojamiento a los afectados.

AYUNTAMIENTO

   El Ayuntamiento de Cuenca, por su parte, desconoce de momento las causas de los problemas surgidos en el edificio pero no descarta ninguna opción.

   El responsable de la Gerencia de Urbanismo, Darío Dolz, ha asegurado que los técnicos están elaborando un informe teniendo en cuenta todas las variables, están estudiando las obras del aparcamiento de Astrana Marín, el estado de un colector de la red de saneamiento que pasa por esta calle e, incluso, se ha consultado con los constructores de este edificio para estudiar la cimentación que se realizó en 1956.

   En declaraciones a Europa Press, Dolz ha explicado que las obras del aparcamiento, que a juicio de los vecinos están detrás de las grietas, están pilotadas en todo su perímetro. "Se ha vaciado dos metros de profundidad, esto no es una merma de la capacidad del suelo, las obras están pilotadas en todo su perímetro lo que les da estanquidad", ha explicado.

   Asimismo, ha confirmado que este jueves solicitaron a la dirección de las obras un informe sobre el estado del proyecto y la Gerencia de Urbanismo redactará uno por su parte.

   El portavoz del Ayuntamiento espera que los vecinos puedan regresar el próximo lunes a sus viviendas con total garantía. Durante el fin de semana el consistorio correrá con los gastos de alojamiento en un hotel. Esta noche ninguno ha recurrido a la ayuda del Consistorio, en el caso de Iván Bravo porque desconocía que el Gobierno local corría con los gastos.

   El  Ayuntamiento se ha ofrecido también a asesorarles en todos los trámites que tengan que realizar con sus seguros.

ESTADO DEL EDIFICIO

   Tras el desalojo del edificio, los técnicos instalaron unos testigos para detectar nuevos movimientos en la estructura y, de momento, según Dolz, las grietas no han avanzado.

   A lo largo de este viernes se han instalado otros más sensibles para tener en cuenta cualquier cambio que se pueda producir en los muros de carga del edificio.