Innova.-La Junta prevé reducir el consumo de combustibles fósiles y 168.000 toneladas de emisiones de CO2 hasta 2012

Actualizado: miércoles, 10 septiembre 2008 14:16

Destinará 13,5 millones de euros a impulsar medidas entre empresas y particulares y a la renovación de flotas de transporte y automóviles

VALLADOLID, 10 Sep. (EUROPA PRESS) -

La Junta de Castilla y León convocará subvenciones para empresas, particulares y administraciones públicas con objeto de reducir en el periodo 2008-2012 el consumo de gasolinas y gasóleos en 108 kilotoneladas de petróleo equivalente y las emisiones de CO2 en casi 168.000 toneladas.

Así lo anunció el director general de Energía y Minas, Ricardo González Mantero, durante la inauguración de una jornada técnica dedicada a la automoción a gas celebrada hoy en el Centro de Congresos de la Feria de Muestras de Valladolid.

En este sentido, el director territorial de Repsol en Castilla y León, David Fernández, explicó que la utilización de autogas derivaría en una disminución "casi total" de NOx y partículas, mientras que las emisiones de CO2 serían un 10 por ciento menores que con el uso de combustibles convencionales, y aún así la pérdida de potencia del motor con respecto a los combustibles fósiles es de "apenas un dos por ciento".

Con estas premisas, el director general de Energía y Minas consideró importante que las ayudas públicas supongan un "incentivo" para que las empresas den el salto hacia la automoción a gas y se sumen a las experiencias de los ayuntamientos de Valladolid y Salamanca, que ya incorporaron a sus flotas de autobuses vehículos con GLP y GNL, respectivamente.

Así, explicó que se convocarán subvenciones a fondo perdido, con un importe total de 13,5 millones de euros para el periodo 2008-2012, de los que casi 1,2 millones de euros irán dirigidos a la renovación del parque automovilístico. Las ayudas serán tanto para vehículos industriales, con un máximo de 12.000 euros, como para particulares, con 2.000 euros de importe máximo. Asimismo, las adaptaciones de los vehículos para permitir el uso de este nuevo combustible serán apoyadas con 450 euros, añadió.

El responsable de Repsol aclaró que por el momento, cualquier vehículo de gasolina se puede adaptar al combustible a gas. "El planteamiento de los fabricantes en este momento son vehículos bifuel, que van propulsados a gasolina y a gas, y de una forma intuitiva el vehículo va cambiando de un combustible a otro". Esto es así, apuntó, porque "de momento la red de suministro no es tan extensa como para permitir que fuera únicamente a gas".

David Fernández incidió en la importancia de dar a conocer este nuevo combustible que hasta hace dos años estaba "casi limitado al servicio público" para impulsar su uso en el transporte privado y empresarial.

En esta línea, explicó que Repsol mantendrá una política de venta del producto en el punto de suministro --desde este año Valladolid tiene uno en una estación de servicio de gas-- y con unos precios aproximadamente un 50 por ciento más baratos que el precio del gasóleo.

MEDIDAS CONCRETAS

El consumo de gasolina y gasóleo en Castilla y León --con más de 980.000 vehículos censados-- provoca unas emisiones anuales de CO2 de más de 7.720.000 toneladas, que equivale a un 7,71 por ciento del total de las emisiones en España debidas al transporte por carretera.

Para combatir esta situación, el Gobierno regional ha previsto diferentes medidas, como planes de movilidad urbana, de transporte para empresas, mayor participación de los medios colectivos en el transporte por carretera, gestión de flotas de transporte, conducción eficiente de vehículos turismos e industriales y la renovación de flotas de transporte por carretera y del parque automovilístico de turismos.

En relación a las medidas específicas de renovación del parque automovilístico, las medidas previstas son la adquisición de vehículo nuevos (turismos o comerciales de menos de 3.500 kilogramos) que usen gas como combustible (GLP, GNL); transformación de vehículos para ser alimentados con GLP; instalación de estaciones de carga y llenado de GLP, GNL e hidrógeno; adquisición de vehículos industriales como autobuses y camiones que consuman GLP y GNL, y la adquisición de material móvil tipo carretillas elevadoras que utilicen gas como combustible.