El agua, el sol y el vino protagonizan el 'Lunes de Bailas' que despide las fiestas de San Juan de Soria

Actualizado: lunes, 30 junio 2008 16:09

SORIA, 30 Jun. (EUROPA PRESS) -

Miles de sorianos acudieron hoy a la pradera de San Polo, junto a la ermita de San Saturio (Soria), para celebrar las 'Bailas', uno de los festejos que culminan las fiestas de San Juan y durante el cual el sol, el calor, el vino que portaban los asistentes y el agua que tiraban los vecinos desde los balcones fueron las notas dominantes.

El día comenzó con la procesión de los santos titulares de las doce cuadrillas que, acompañados de los jurados y de los piñorros y piñorras, desfilaron hasta la ermita de Nuestra Señora de la Soledad, situada en el parque de la Alameda de Cervantes, para asistir a la eucaristía y rendir tributo a la Virgen de la Blanca.

En la procesión de hoy la Banda Municipal de Música y las charangas no interpretan sanjuaneras, como ocurre el 'Domingo de Calderas', sino melodías sacras ya que la mañana del lunes 'De Bailas' tiene carácter solemne.

Ya por la tarde, a las 17.00 horas, comenzaron 'Las Bailas', que consiste en la bajada desde la plaza de Mariano Granados hasta la pradera de San Polo y en la que todas las charangas de las peñas se colocan mezcladas unas con otras junto al resto de sanjuaneros que realizan todo el recorrido al compás de la música.

Muchos de los asistentes hicieron un alto en el camino para gritar 'No seas rata, que el agua está barata', frase popular en este día y a la que algunos vecinos respondieron arrojando cubos de agua desde los balcones, lo que provocó el deleite y algarabía de los sanjuaneros que así se refrescaron del calor que asoló la ciudad durante toda la jornada.

Una vez en la pradera, los sorianos y forasteros que festejaron el acto se dispersaron, algunos pararon para merendar, otros optaron por acudir a los 'chiringuitos' o bares móviles desplazados hasta allí para la ocasión, pero también fueron muchos los que optaron por aprovechar el viaje para venerar al santo patrón, San Saturio, que se encuentra en la ermita que lleva su nombre.

Posteriormente, la Banda Municipal de Música se convirtió en protagonista ya que en la pradera, como es tradición, interpretó diferentes temas y sanjuaneras ante la mirada de miles de sorianos que no quisieron perderse uno de los actos más emotivos de las fiestas de San Juan.