La Asociación Forestal de Soria pide a la Junta la constitución de dos nuevas juntas gestoras en Bayubas de Abajo

Europa Press Castilla y León
Actualizado: viernes, 23 enero 2009 16:21

SORIA 23 Ene. (EUROPA PRESS) -

La Asociación Forestal de Soria, con el respaldo de once copropietarios de los montes 'La Pedriza' de Bayubas de Abajo y 'La Roza' de Aguilera, presentó ante la Junta de Castilla y León una solicitud de convocatoria de copropietarios de los montes en cuestión, primer paso que la Ley de Montes exige a la hora de constituir sus correspondientes Juntas Gestoras.

Según informaron a Europa Press fuentes de la Asociación, son varios los pueblos que ya han dado este paso orientado a la puesta en valor de los terrenos: Herrera de Soria, La Póveda, Villabuena, Yanguas y Valdemaluque mientras "otros muchos" están iniciando la recopilación documental para seguir su estela aunque en Herrera de Soria se constituyó hace dos años la primera Junta Gestora de todo el territorio nacional.

Para la Asociación Forestal de Soria, el problema de la regularización de la situación legal de estos montes se extiende por toda la geografía provincial "puesto que en prácticamente todos los pueblos de Soria existe algún monte de socios cuya gestión y administración se encuentra casi estancada debido a la falta de respaldo legal de sus órganos de representación cuando estos existen".

El origen histórico de estas figuras de propiedad colectiva, como lo ratifica el caso de Bayubas y Aguilera, suele estar en los procesos desamortizadores de la segunda mitad del siglo XIX y en toda la provincia podría haber más de mil casos análogos a los mencionados, en conjunto, podrían suponer una superficie de 150.000 hectáreas forestales que, en la práctica, "no se encuentran bien gestionadas o cuanto menos lo están de forma irregular".

Por ello, desde la Asociación Forestal de Soria se animó a los codueños de los montes de "socios" a que den un paso adelante en la regularización de sus bienes "constituyendo Juntas Gestoras amparadas por la Ley de Montes".

ANTECEDENTES.

La Asociación recordó que el 21 de marzo de 1867 dos labradores de Bayubas de Abajo pujaron en una de las subastas desamortizadoras en la que se ponían a la venta dos terrenos de pastos radicados en su pueblo y en el vecino de Aguilera cuya cabida se acercaba a las 220 hectáreas.

La compra se formalizó meses después en escritura pública que fue inscrita en el Registro de la Propiedad y los terrenos adquiridos, denominados 'La Pedriza' para la finca de Bayubas y 'La Roza' para la de Aguilera eran de pastos con muy poco arbolado en los que, según descripción de la época, sólo existían algunos pequeños ejemplares de enebro.

La subasta significó el desembolso de 330 escudos para 'La Pedriza' y otros 500 para 'La Roza' a lo que habría que sumar los gastos de tramitación (tasación, publicación en el Boletín Oficial de Ventas, gastos notariales y registrales) que corrían por cuenta de los adquirentes y cuyo montante global pudo ser de otros 100 o 150 escudos. El pago debía de abordarse en diez plazos anuales que debían hacerse efectivos cada 26 de octubre.

"Es de imaginar que hacer frente a ellos no fue fácil para los compradores en una época de crisis general, e inmersos, como se encontraban, en una empobrecida sociedad rural. Su esfuerzo se explica, en el fondo, por un instinto de supervivencia ya que la compra entonces realizada rescataba de manos ajenas unos terrenos que desde siempre habían sido utilizados por los vecinos del pueblo como pastaderos de ganados", destacaron las mismas fuentes.

Los pastos adquiridos se roturaron y transformaron décadas después en cultivos e incluso se dotaron en las zonas más favorecidas de un sistema de riego rudimentario "pero la baja calidad de los mismos y el esfuerzo que requerían en comparación con los rendimientos que se obtenían forzaron un paulatino abandono".

Los terrenos fueron ocupándose por vegetación arbórea, principalmente pino y sabina, lo que originó que en los años 70 y 80 del siglo XX se obtuvieran de ellos grandes cantidades de resina, lo que facilitó la creación de "gran número de puestos de trabajo" y, "aunque la resina ha perdido su valor", los montes ya conformados "siguen ofreciendo aprovechamientos de madera, pastos y caza además de los valores medioambientales y recreativos que intrínsecamente tienen".

Paralelamente hay que entender que en este largo periodo de tiempo ha habido hasta seis saltos generacionales "que incrementan exponencialmente el número de copropietarios, lo que unido a algunas trasmisiones onerosas de cuotas de copropiedad hace que el número real de cotitulares actuales ronde los 300".

"Su identificación no es sencilla pues, en muchos casos, se encuentran dispersos por toda la geografía nacional e incluso internacional con los consiguientes problemas que esto genera, tanto para la gestión (algunas decisiones requieren unanimidad de los propietarios) como para los repartos de los hipotéticos beneficios (desconocimiento de los beneficiarios)", manifestó la Asociación.

La Asociación Forestal de Soria, en este monte, y en otros muchos de toda la provincia con problemas similares, realiza "un esfuerzo muy grande" en la identificación de los copropietarios actuales y su orientación hacia fórmulas de gestión sencilla, "haciendo hincapié en la solución de Juntas Gestoras, fórmula que compagina y habilita una adecuada gestión para aprovechamientos: forestales, energéticos y mineros, al mismo tiempo que salvaguarda los derechos de los titulares no localizados, por reinversión en los montes de sus teóricos beneficios".

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