VALLADOLID, 15 Abr. (EUROPA PRESS) -
La directora del Museo Nacional del Colegio de San Gregorio y de la Casa Museo de Cervantes, María Bolaños, ha destacado el deseo de este centro cultural de mantenerse como "espacio de la memoria", función para la que fue creado, y de abrirse a la ciudad.
Durante el tradicional acto de homenaje que la Corporación Municipal celebra, año tras año, con motivo del aniversario de la muerte de Miguel de Cervantes, la directora del Museo destacó que el centro contiene la memoria del escritor, quien "convirtió el siglo de hierro" en "el Siglo de Oro de las Letras", y no a través de sus enseres sino de su "imaginación".
La Casa, reiteró, no fue concebida como monumento sino como espacio de la memoria y para los lectores, razón por la que su "mejor patrimonio" es la memoria del escritor, a lo que añadió que, por tanto, su voluntad se centra en mantener esta memoria y difundir su misión de "intensificar" la colaboración con otras instituciones, abrirse a la ciudad y proponer actividades "en todos los planos".
Tras referirse al "interés" del alcalde, Javier León de la Riva, de hacer "más visible" la Casa Museo de Cervantes e integrarla "en el nivel de máxima calidad", la directora del centro reiteró el deseo del Museo por mantenerse "vivo y abierto" y por ser "punto de referencia" y lanzó una oferta de "colaboración mutua" en beneficio "del mejor desarrollo cultural de la ciudad".
Durante su alocución, Bolaños recordó que el Día Mundial de los Museos se celebra este año bajo el lema 'Museo y Memoria' y que son estos centros guardianes de historias; en el caso de la Casa Museo de Cervantes, ostenta además el 'título' de ser espacio donde "se inventó la novela moderna".
Las similitudes entre los museos y la literatura radican, añadió, en su oferta de vivencias y estímulos, por lo que constituyen "un mundo por descubrir". "Los museos son novelas visuales y las novelas, museos del idioma", aseveró antes de refrendar la "clarividencia" que transmite la lectura de Cervantes, quien vivió "desatendido y marginado".
RECUERDO A TOVAR Y LUELMO
Por su parte el alcalde de la ciudad, Javier León de la Riva, se refirió a la Casa Museo como un "santuario literario" que "da testimonio" de "los misterios y la grandeza" de la vida pública de Cervantes y aprovechó su homenaje a este escritor para recordar a Antonio Tovar y José María Luelmo, "dos sensibilidades coetáneas bien diferenciadas": el primero, nacido ahora hace 100 años, fue un "número 1" de la filología hispánica del siglo XX y Luelmo, poeta de quien el próximo domingo se cumplen 20 años de su muerte.
Tras reconocer que es "inevitable" admirar su legado en una época en la que los libros eran "muy valorados", el alcalde trasladó su "miedo" no ante la posibilidad de que los nuevos soportes desplacen a los materiales tradicionales sino ante el hecho de que las nuevas generaciones dejen de sentir admiración por la lectura en detrimento de acciones que precisan de menor esfuerzo.
El libro o su "sucesor" debería de garantizar, según el regidor, la naturaleza lingüística de la especie porque fue este objeto el que llevó al ser humano al lugar en el que actualmente está en la historia de la evolución, por lo que apostó por replantear la función futura del libro y "afianzarlo como un artículo de primera necesidad".
En época de Tovar y Luelmo, aseveró, los hombres se valieron, entre otros, de la lectura para empujar y evolucionar por lo que invitó a participar de la "intensa vida literaria" que ha seguido "rabiosamente vigente" en los últimos cuatro siglos.
El acto concluyó con la lectura del Capítulo IX de la II parte de 'El Quijote' de mano de Elisa Delibes, quien reconoció que siempre vinculó esta obra con el humor por las risas que provocaba en su hermano Juan, que "tenía la suerte" de ser el que, junto a Germán, más enfermaba y, por tanto, el que más podía leer a falta de televisión y videoconsolas.