El doce por ciento de los empleados de la Comunidad es adicto al trabajo, según Adicciones Digitales

Europa Press Castilla y León
Actualizado: martes, 6 septiembre 2011 13:07

VALLADOLID 6 Sep. (EUROPA PRESS) -

El doce por ciento de los trabajadores castellanoleoneses es adicto al trabajo, una situación que ha empeorado con la llegada de las nuevas tecnologías y las redes sociales ya que hacen que sea más difícil desconectar durante el periodo vacacional.

Según han informado a Europa Press fuentes de Adicciones Digitales, la situación de muchos de estos adictos, "que han estado permanentemente pendientes del trabajo en vacaciones", se agrava al terminar el periodo de descanso ya que con la vuelta al trabajo se tiende a recuperar alguno de los hábitos que se han eliminado en verano "y que pueden causar trastornos tanto profesionales como personales".

El problema es que muchos trabajadores son incapaces de desconectar una vez terminada su jornada laboral y están constantemente pendientes del móvil y toda la tecnología que la empresa pone a su alcance para poder contar con él en todo momento y lugar.

Así, algunos encuentran como excusa que su trabajo les hace felices, ya que, según la encuesta Adecco sobre felicidad en el trabajo, el 79,4 por ciento de los trabajadores castellanoleoneses es felices en su puesto. Mientras, la media nacional indica que ocho de cada diez españoles aseguran ser felices en su profesión, frente a un 18,8 por ciento que no lo son.

Sin embargo, desde Adicciones Digitales han señalado que "no hay que confundir felicidad con adicción" ya que, durante los primeros días de septiembre, miles de trabajadores han vuelto a sentir esa "agradable sensación" de estar totalmente conectados y "sentirse imprescindibles".

"El problema es que lo hacen tanto durante la jornada laboral como fuera de ella, es decir, en casa", destacaron las mismas fuentes.

Según Juan Romero, socio fundador de Adicciones Digitales, esta adicción puede ser "tan extrema" que al llegar a casa se olvidan de todo excepto de su trabajo, "cuando debería ser al revés", y todo ello puede repercutir "muy negativamente" en sus relaciones personales y también en las profesionales.

Por ello, esta obsesión por el trabajo "repercute negativamente" en la relación de pareja y en el contacto que deben mantener con sus hijos, pues muchos de ellos, en vez de atenderlos, se centran en su profesión, como si fuesen imprescindibles para la empresa.

"El problema es que nadie es imprescindible y muchos no se dan cuenta de esto hasta que es demasiado tarde", concluye Romero.

Contenido patrocinado