El hermano del acusado del crimen de La Higuera (Segovia) cree que le implica por rencor por la tutela de su hijo

Actualizado: martes, 11 marzo 2014 14:13

SEGOVIA, 11 Mar. (EUROPA PRESS) -

El hermano del acusado de acabar con la vida de Rosa María de Andrés en La Higuera (Segovia) considera que J.L.R. le ha implicado en la muerte por el resentimiento que le guarda tras hacerse con la tutela de uno de sus hijos.

G.R. ha declarado este martes en la Audiencia Provincial de Segovia, donde se juzga el homicidio de la mujer de 47 años, que nunca tuvo una relación íntima con la víctima, como aseguró ayer su hermano. Ha manifestado asimismo que, a pesar de que le dejó su chalé de La Higuera para vivir y estuvo un mes trabajando con él en su taller, ambos mantenían una mala relación fraternal.

Esta mala relación ha sido corroborada por la hermana de ambos, R.M.R, quien ha confirmado el rencor que J.L.R. mantenía hacia G.R, al que "culpaba de todas sus desgracias". "Decía que no encontraba trabajo porque G.R. hablaba mal de él o que lo había dejado con su novia porque no le pagaba lo que trabajaba en el taller", ha relatado la hermana, quien ha apuntado que no cree a J.LR. capaz de matar pero que tampoco "pondría la mano en el fuego" por lo contrario.

Ambos familiares han comparecido en la Audiencia en la segunda ronda de declaraciones por el crimen de la pequeña localidad segoviana, un caso que juzga un jurado profesional al considerarse que la finalidad de la muerte fue el robo.

Tras el paso por el tribunal ayer del presunto homicida y otras cinco personas acusadas por el Ministerio Fiscal de encubrimiento, falsedad documental y receptación, este martes han comparecido 14 personas, entre ellas familiares del principal acusado y la víctima, el exmarido de ésta, el pastor que halló los restos del cadáver y trabajadores de los establecimientos donde fueron vendidos los efectos robados a Rosa María.

Ayer, J. L. R. aseguró que su hermano tenía una relación sentimental con Rosa María y que, temiendo que pudo ser él quien acabó con su vida tras una discusión, ocultó el cadáver para encubrirle. La versión fue rechazada por el fiscal, que descarta la vinculación íntima entre ambos por la ausencia de llamadas telefónicas entre los supuestos amantes en el último año antes del crimen.

Los familiares de la fallecida han señalado además que ella nunca habló de tener pareja y que incluso aseguró que, tras divorciarse, no quería más hombres en su vida. También ha negado tal situación el propio hermano, que según ha explicado mantenía con la víctima la típica relación de vecinos y, en cualquier caso, simplemente una vez la tuvo durmiendo en su sofá tras encontrarla en estado de embriaguez en un bar.

G.R, tutor de su sobrino tras quitarle los Servicios Sociales de la Junta la custodia, ha incidido en el resentimiento que le tenía por ello su hermano, de quien ha dicho que puede ser muy violento cuando se enfada. Ha confirmado asimismo la existencia de porras de madera en su chalé, así como que J.L.R. apareció tras el crimen con objetos electrónicos que, según dijo éste, le había regalado un hombre al que ayudaba en una obra.

G.R. ha negado por otra parte que la noche de los hechos violentos se encontrara en el chalé de La Higuera, donde sí que estuvo la noche anterior durmiendo para constatar los rumores en el vecindario sobre presunto tráfico de drogas en el domicilio en el que habitaba de vez en cuando también una pareja llegada de Bilbao, ambos acusados por la Fiscalía de encubrimiento.

La expareja de Rosa María, divorciados tras diez años juntos, ha expresado por su parte en que su antigua mujer sentía "absoluto desprecio" hacia G.R, con el que había "tensiones" por unos problemas de humedades, así como por los ladridos, olores y falta de limpieza ocasionados por los once perros que su hermano guardaba en el chalé.

VENTA DEL VEHÍCULO

El exmarido ha descartado que la víctima vendiera su vehículo por propia voluntad, pues lo requería para desplazarse hasta el curso que hacía en El Espinar y un segundo juego de llaves fue además hallado en la vivienda.

Durante la vista oral celebrada hoy, familiares y allegados de Rosa María han negado que ésta tuviera afición a beber alcohol, pues según han aseverado algunos le sentaba mal debido a su extrema delgadez. Por su parte, los trabajadores de los centros donde los acusados vendieron las joyas y efectos robados a la mujer han reconocido las ventas en sus establecimientos.

El pastor que localizó restos humanos en la localidad de Lastras del Pozo, así como el propietario de la explotación donde éste trabaja, que se acercó al lugar para comprobar de dónde provenía la sangre del hocico de sus mastines, han señalado que en el lugar donde se halló el cadáver había un fuerte olor pero que no podía verse nada a simple vista. Según han relatado, el cuerpo estaba oculto bajo unas ramas y los perros tuvieron que escarbar para acceder a él. Bajo un árbol, además, se encontraban lo que parecía ser un bate de béisbol y un azadón viejo.

La zona en que se hallaba todo ello, según el dueño de la explotación, es un lugar poco frecuentado, si bien el pastor ha indicado que el sitio se encuentra en un área de recreo con bastante gente los fines de semana.

Rosa María desapareció el 5 de septiembre de 2012 y su cuerpo sin vida fue hallado un mes después en un paraje de Lastras del Pozo. La Fiscalía mantiene que el 6 de septiembre J.L.R, vecino de la víctima, accedió al chalé de ésta para robar y le golpeó con una porra hasta la muerte al ser sorprendido. Introdujo después el cuerpo en el maletero de un coche propiedad de la mujer, limpió la sangre y se apoderó de joyas, una televisión y un portátil. Posteriormente trasladó el cadáver hasta Lastras para ocultarlo y vendió los efectos sustraídos con ayuda de los otros acusados.

El Ministerio Público solicita 22 años y seis meses de cárcel para el principal acusado y penas de entre un año y nueve meses y cuatro años y medio para los otros cinco por encubrimiento, falsedad documental y receptación en cada caso.