Archivo - Película 'Frontera'. - SEMINCI - Archivo
VALLADOLID, 25 Oct. (EUROPA PRESS) -
La directora catalana Judith Colell ha reivindicado en la 70 Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci) la necesidad de "revisar el pasado" con 'Frontera', una película que pone a dialogar los fantasmas de la Guerra Civil con las heridas abiertas del presente, en un viaje visual y emocional que reflexiona sobre la memoria, la culpa y la humanidad en tiempos de oscuridad.
Este thriller histórico ha tenido su estreno mundial en la Sección Oficial Fuera de Concurso del festival, donde Colell ha invitado a los 'semanistas' a realizar un ejercicio de memoria como acto de resistencia con una mirada que oscila entre la épica íntima y la tragedia colectiva.
Ambientada en 1943, el largometraje sitúa su acción en un pequeño pueblo de los Pirineos donde el régimen franquista bloquea el paso de los refugiados que huyen del nazismo. Allí, Manel Grau (Miki Esparbé), un funcionario de aduanas con pasado republicano, decide desafiar las órdenes del régimen para ayudar, junto a su vecina Juliana (Bruna Cusí) y el pasador francés Jerôme (Kevin Janssens), a quienes buscan escapar de la guerra.
Sin embargo, esta decisión no solo pondrá su vida en riesgo, sino que obligará a él y a su esposa Mercè (María Rodríguez Soto) a enfrentarse a las heridas aún abiertas de la Guerra Civil.
Rodada en distintos idiomas --castellano, catalán, francés, alemán y el dialecto pallarès--, 'Frontera' construye un relato sobre la resistencia moral y la memoria colectiva a través de la fotografía de Andreu Adam Rubiralta, que ilumina las montañas pirenaicas con una luz que contrasta con la penumbra de la época, haciendo del paisaje un personaje más.
"El Pirineo no solo es un escenario, es un espejo emocional", ha explicado Colell, que considera al entorno como un reflejo del alma de sus protagonistas.
En esa misma línea, la directora ha defendido el valor del cine como herramienta para mantener viva la memoria. "Creo que es importante que revisemos el pasado y trabajemos en la reparación de la memoria, porque justamente nos encontramos con este problema: la gente más joven no tiene ni idea de lo que pasó en España", ha advertido.
"PRESENTE COMPLICADO"
"Debemos seguir haciendo ejercicios de recuperación de la memoria, no solo con películas, también con series. Solo así podremos entender este presente tan complicado y tan oscuro que tenemos", ha afirmado la cineasta.
La actriz María Rodríguez Soto, que da vida a Mercè, ha descrito 'Frontera' como "una alerta constante" ante la fragilidad de la paz y la importancia de la memoria. "Es una película que cuenta más con lo que no se dice que con lo que se pronuncia", ha reflexionado. En este filme, los silencios esconden el miedo, la culpa y la reconstrucción tras la tragedia.
Miki Esparbé, por su parte, ha destacado el viaje interior de su personaje y la carga de esperanza que encierra la historia. "En un momento en el que todos vivimos paralizados por la barbarie, 'Frontera' es una llamada a la acción". Una reflexión que el actor ha definido como una "forma de entender la vida". "El pueblo salva al pueblo", ha afirmado.
Por su parte, el productor Jordi Frades ha insistido en la dimensión humana de la película y en la fuerza del recuerdo como forma de sanación colectiva. "Todas las terapias pasan por recordar", ha señalado.
Con 'Frontera', Judith Colell llega a la Seminci con una propuesta que combina el thriller histórico con la reflexión moral para reivindicar el papel del cine como vehículo de memoria, identidad y resistencia frente al olvido.