La delegada territorial de la Junta en Valladolid, Raquel Alonso (segunda por la izda) y el alcalde de Simancas, Alberto Plaza (dcha), en el puente de Simancas. - JCYL
SIMANCAS (VALLADOLID), 24 (EUROPA PRESS)
La secretaria general de la Consejería de Movilidad y Transformación Digital, Natalia Flórez, y la delegada territorial de la Junta en Valladolid, Raquel Alonso, han formalizado este lunes la cesión del puente de Simancas (Valladolid) al Ayuntamiento de la localidad en presencia de su alcalde, Alberto Plaza.
La Junta de Castilla y León ha llevado a cabo una actuación de rehabilitación y conservación en esta infraestructura en la que se han invertido 1,37 millones de euros.
Las obras, que concluyeron en diciembre, han consistido en garantizar la estabilidad de la estructura, evitar filtraciones de agua, reconstruir el pretil, renovar el pavimento e instalar un sistema de iluminación moderno.
CONTENIDO DE LAS OBRAS
La intervención realizada por el Gobierno autonómico, han explicado fuentes de la Junta en un comunicado recogido por Europa Press, ha incluido trabajos en las cimentaciones de las pilas, reparando las zonas dañadas en bases, tajamares y espolones; así como en los alzados, pretiles y pavimento.
Además, se han limpiado y saneado todas las superficies y se ha rejuntado la sillería del puente.
Un aspecto destacado ha sido la reconstrucción de más de cincuenta metros lineales del pretil con sillares originales recuperados del lecho del río, sustituyendo los tramos reconstruidos con ladrillo y mortero de cemento.
Los trabajos también se han centrado en la reparación y acondicionamiento de las 16 pilas del puente; la limpieza de vegetación; chorreado, picado y rejuntado de paramentos, arcos y bóvedas; la colocación de un nuevo pavimento de adoquines y losas de granito; y la instalación de nueva iluminación.
RESPETO AL MEDIO AMBIENTE
Durante la ejecución de la obra, ha destacado la Junta, se respetaron los condicionantes ambientales e hidrológicos. No se trabajó en periodos de nidificación de las aves, de marzo a junio, ni tampoco en épocas de caudal elevado del río Pisuerga, en el periodo de noviembre a junio, lo que obligó a concentrar la mayor parte de las actuaciones en época de estiaje.
Además, dado que el puente está catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC) por lo que goza de una protección especial, durante toda la fase de ejecución se contó con la supervisión de un equipo especializado en arqueología monumental.