VALLADOLID 16 Ene. (EUROPA PRESS) -
El Consejo de Gobierno de la Junta de Castilla y León ha aprobado este jueves la declaración de Bien de Interés Cultural con categoría de monumento las atalayas sorianas de Ojaraca y de la Veruela, en Caltojar; Caracena; Torrejalba, en Almarail; Cubo de la Solana y la de Navapalos en Vilde, en Burgo de Osma.
Así, se declara la Atalaya de la Ojaraca en Caltojar Bien de Interés Cultural y se delimita un entorno de protección por su localización en un erial, al borde del páramo, desde el que domina una "amplia" superficie de terreno, "controla" los Valles de Caltojar de de Bordecorex y enlaza visualmente con las atalayas de Alto Lucero, la Veruela y la Torre Tiñon.
La Atalaya de la Ojaraca conserva únicamente su cara oeste y está prácticamente partida por la mitad; de planta circular, con diámetro interior de 2,8 metros y grosor de muros de 1,15 metros, se conserva la planta baja y otros dos pisos más.
Por otra parte, la Atalaya de la Veruela en Caltojar, ubicada en un entorno de protección delimitado en el que se ha tenido en cuenta su situación a media ladera en la entrada del valle del río Torete, está emplazada sobre una mesa rocosa a media ladera en el paraje denominado 'Los Pilones'.
Además, conserva una altura de unos nueve metros y es una de las mejores conservadas en altura. Su diámetro interior es de dos metros, dividido en tres pisos y el segundo piso presenta un diámetro interior algo superior, motivado por el retranqueo de los muros.
Esta torre presenta la singularidad de un arranque de muro en su cara norte que alcanza los cinco metros integrados en la construcción, como una construcción rectangular anexa a la torre.
Asimismo, se declara la Atalaya de Caracena Bien de Interés Cultural con categoría de Monumento y, al mismo tiempo, se delimita un entorno de protección en el paraje denominado 'El Molino', en un entorno de matorral y erial, emplazamiento desde el que controla todo el valle del Caracena y su castillo, así como la Atalaya de Navapalos.
Caracena, de planta circular con un ligero ensanchamiento en la parte inferior del muro, correspondiente a la planta baja, fue utilizada como palomar y en todo su perímetro interior se habían retirado piedras formando hileras de pequeñas oquedades o nichos utilizados como nidos.
TORREJALBA EN ALMARAIL Y NAVAPALOS
Por otra parte, se declara la Atalaya de Torrejalba en Almarail, Cubo de la Solana con esta distinción y categoría y se delimita su entorno de eriales y campos de labor a una cota de 1.076 metros desde la que controla la vega del Duero y mantiene contacto visual con el castillo de Moñux.
Torrejalba presenta planta circular y un alzado cilíndrico de once metros, con un interior dividido en pisos en el cual se conservan mechinales de dos plantas. El acceso se encuentra a unos cinco metros de altura y no se aprecian restos del dintel ni las jambas.
Por último, la Atalaya de Navapalos en Vilde, en Burgo de Osma, se declara Bien de Interés Cultural y se delimita un entorno en el que se ha tenido en la condición exenta de esta atalaya, ubicada en un entorno urbano y su intervisibilidad con la Atalaya del Enebral y el Castillo de Gormaz.
Durante el siglo X, el impulso repoblador de los condes castellanos hacia el sur, ocupado por los musulmanes, supuso el establecimiento de una nueva frontera en torno al Duero y la respuesta del Califato fue el reforzamiento de los sistemas defensivos mediante la construcción de fortificaciones, adecuándolas a la nueva situación de frontera.
Dentro de este dispositivo militar aparecen las atalayas como torres destinadas a la vigilancia de las rutas y enlace entre las fortalezas "más importantes".