VALLADOLID 13 Oct. (EUROPA PRESS) -
El director general de la Agencia de Protección de la Salud y Seguridad Alimentaria de la Junta, Jorge Llorente Cachorro, ha destacado este miércoles en unas jornadas que el programa de vigilancia del agua implantado en 2009 ha implicado "importantes avances" en el control y la gestión de este servicio por parte de municipios y mancomunidades.
Más de un centenar de técnicos, gestores y responsables y representes institucionales de las distintas administraciones que, en Castilla y León, tienen competencia para garantizar la adecuada calidad del agua de consumo humano, se reúnen hoy en Valladolid para participar de la Jornada 'Avances en la vigilancia sanitaria del agua de consumo humano en Castilla y León'.
La Agencia de Protección de la Salud y Seguridad Alimentaria ha realizado, a lo largo de los años 2009 y 2010, entorno a 10.000 inspecciones para garantizar la calidad del agua de consumo humano en las zonas de abastecimiento existentes en la Comunidad.
A este respecto, Llorente, en declaraciones recogidas por Europa Press, ha recalcado que han aumentado notablemente las cifras de inspecciones, así como los protocolos de autocontrol, que se han multiplicado por 20; y los registros de redes de abastecimiento e infraestructuras.
Estos avances "significativos", como ha recalcado el director general, se deben "fundamentalmente" a la concienciación de los municipios y de los propios gestores al "asumir sus competencias y dotar ciudadanos de ese agua apta para el consumo". No obstante ha recordado la labor de diputaciones y mancomunidades que han puesto "muchas herramientas" a disposición de municipios pequeños que no disponen de los medios necesarios.
A través de esta iniciativa, la Consejería de Sanidad quiere analizar la situación actual de los sistemas de control de la calidad sanitaria de las aguas de la Comunidad destacando, además, el buen funcionamiento del Programa de vigilancia sanitaria del agua de consumo humano, puesto en marcha en 2009 como uno de los objetivos primordiales del III Plan de Salud de Castilla y León.
Este encuentro técnico sirve también, señalaron fuentes de la Consejería de Sanidad, "para destacar la colaboración existente entre la Consejería de Sanidad, las diputaciones provinciales y las instituciones municipales en la labor de vigilar y garantizar la óptima calidad del agua para el consumo humano".
COMPETENCIAS
Cada una de estas entidades tiene unas competencias muy bien delimitadas y que se coordinan para asegurar el buen funcionamiento del programa anteriormente mencionado.
Así, los municipios son los responsables de desarrollar el protocolo de autocontrol y gestión del abastecimiento necesario para garantizar que el agua suministrada a través de cualquier red, depósito o cisterna es apta para el consumo y, para ello, se encargan de la realización de análisis tanto de control como de detección de organismos insalubres, el conocimiento de las infraestructuras existentes en las zonas de abastecimiento y el mantenimiento de las condiciones higiénico sanitarias de esa infraestructura.
Las Diputaciones Provinciales se responsabilizan de apoyar, con su labor de asistencia y cooperación a los municipios de menor población, el cumplimiento de las competencias municipales anteriormente mencionadas.
Mientras tanto, la Consejería por una parte verifica que las actuaciones llevadas a cabo por los municipios son eficaces y conformes a la normativa. Esta labor ha supuesto la vigilancia de las 3.500 zonas de abastecimiento existentes en Castilla y León, en las que se han llevado a cabo, desde la puesta en marcha, en 2009, del Programa de vigilancia sanitaria del agua de consumo humano, entorno a 10.000 inspecciones y se han comprobado los distintos "ítem" que componen los 3.100 cuestionarios de información, inspección y supervisión de infraestructura y cumplimiento de los protocolos cumplimentados.
Además se han tomado 4.200 muestras y examinado 7.800 determinaciones analíticas, cuyos resultados se han plasmado en la apertura de 188 expedientes sancionadores.
Por otra, informa y asesora a los municipios, gestores, diputaciones, técnicos de control y consumidores en materia de vigilancia sanitaria del agua con el fin de asegurar el cumplimiento de los objetivos marcados en el III Plan de Salud de Castilla y León.