SALAMANCA, 30 Jul. (EUROPA PRESS) -
El delegado de la Junta en Salamanca, Agustín Sánchez de Vega, presenció hoy la puesta en marcha en Cantalapiedra del tratamiento que utilizará la Administración regional para acabar con la plaga de topillos que afecta a la Comunidad.
Cantalapiedra es, según el representante de la Junta en la provincia, "una de las zonas con más incidencia" de la plaga, razón por la que se ha hecho extensivo a la zona este sistema, igual al empleado en Villalar de los Comuneros (Valladolid), donde ofreció "un buen resultado", según el técnico de la Junta Javier García Presa.
Este mecanismo se centra en la limpieza de las cunetas y la colocación, "cada seis o siete metros", de un tubo con un diámetro de cinco centímetros que guarda el veneno en su interior y al que, por su tamaño, sólo pueden entrar los topillos.
El tiempo de actuación es de 24 a 72 horas y el técnico mostró su deseo de poder "diezmar la población, que está en el pico más alto".
En estas actuaciones iniciales estuvieron presentes agricultores de la zona, que mostraron su malestar porque, a su juicio, "no es el sistema idóneo", por lo que abogaron por otro tipo de soluciones como la quema de rastrojos o la utilización del veneno de una manera más abundante.
Los afectados presentes desconfiaban del proceso y alertaban de que "la plaga de topillos, que se lo comen todo, puede ir a más".
Por su parte, el delegado Sánchez de Vega se mostró confiado con el método elegido pero, a su vez, se lamentó de "la decisión de los ecologistas de impugnar las actuaciones que la Junta tomó en su momento" y de estar "muy limitados por la legislación europea".
