VALLADOLID 16 Feb. (EUROPA PRESS) -
La Junta de Castilla y León ha reiterado este miércoles que no existen razones "técnicas ni políticas" para no prorrogar la actividad de la central nuclear de Santa María de Garoña después de que el pleno del Congreso abriera ayer la puerta a la continuidad de la actividad de las nucleares más allá de los 40 años.
Así lo ha puesto de manifiesto el vicepresidente segundo y consejero de Economía y Empleo, Tomás Villanueva, quien con motivo de su asistencia al Foro Económico de El Norte de Castilla 'El espíritu emprendedor y la salida de la crisis' ha reiterado que no existen razones "técnicas ni políticas" para que no se prorrogue la vida útil de Garoña.
En referencia a la aprobación ayer en el Congreso de la Ley de Economía Sostenible (LES), que incorpora una enmienda que abre la puerta a que las centrales nucleares puedan operar más allá de 40 años si sus titulares así lo solicitan y teniendo en cuenta las decisiones del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) y la evolución de la demanda y la tecnología, Villanueva consideró que la falta de razones "técnicas y políticas" debería empujar al Ejecutivo central a comunicar a Nuclenor la prórroga para que, de esta manera, la compañía pueda hacer un planteamiento "a largo plazo".
Asimismo, destacó que la incorporación de las enmiendas supone un "reconocimiento", en un "ejercicio de responsabilidad", de un error "del propio Zapatero".
Tras asegurar que este "error" se suma a los "demasiados" que comete el presidente del Gobierno, el vicepresidente económico de la Junta aseveró que los temas energéticos no se pueden resolver "de forma parcial" --minería, producción energética, gas, renovables y nuclear por separado-- como, a su juicio, se hace "todos los días".
En la actualidad, criticó, se trabaja en "cosas sueltas" que nadie es "capaz de ahormar" y "dar cohesión" cuando el objetivo debería centrarse, añadió, en la definición de una política energética, es decir, en la apuesta por una fuente de generación energética para el futuro.
El Gobierno, a su juicio, "parchea continuamente" y se posiciona "bajo la presión del interior y del exterior" y, además, es "responsable" de tomar las decisiones para revocar el acuerdo sobre el cierre de Garoña.