El kamikaze de Valladolid declara que "oía voces" que le decían que huyera

Actualizado: martes, 19 enero 2010 14:12


VALLADOLID, 19 Ene. (EUROPA PRESS) -

La Audiencia de Valladolid inició el juicio contra el conductor kamikaze J.M.P.G. que en marzo de 2007 llegó a circular en sentido contrario durante 36 kilómetros por la A-6, entre Tordesillas y Villardefrades, y provocó un trágico accidente en Vega de Valdetronco (Valladolid), con el resultado de dos fallecidos y cuatro personas heridas, y que este martes declaró que ese día "oía voces" que le indicaban por dónde tenía que circular "para huir" de la ciudad.

Durante la vista, que comenzó en la Sección IV de lo Penal de la Audiencia de Valladolid, el acusado dijo que el domingo perdió "el sentido de la realidad" y que oía voces que le indicaban por donde tenía que circular para huir de Salamanca, la localidad donde residía, en dirección al País Vasco.

El acusado explicó en su declaración desconocía que circulaba "por una autovía". Además, relató que cuando se encontró con los coches que venían contra su vehículo consideró que ellos querían matarle, así que intentó "esquivarles".

J.M.P.G. reconoció que le dio un brote paranoico y que por esa razón pensó que los otros coches que circulaban por la autovía pretendían matarle. Además, el acusado añadió que también querías acabar con su vida "la gente de la calle, la gente del trabajo, la gente de mi familia".

La Fiscalía, al preguntar al acusado por el hecho de no ser consciente, ni darse cuenta de que en su recorrido provocó algún accidente, éste reconoció que no vio nada y que hizo "maniobras evasivas". El imputado se detuvo cuando su turismo chocó contra una señal.

La Fiscalía de Valladolid entiende que los hechos son constitutivos de dos delitos de homicidio por imprudencia, cuatro de lesiones y otro contra la seguridad del tráfico, si bien solicita la absolución del imputado al concurrir la eximente completa de alteración mental, ya que padece una esquizofrenia paranoide que le hace totalmente inimputable.

Sin embargo, y como medida de seguridad, el Ministerio Fiscal pide que el conductor kamikaze, en la actualidad en libertad provisional y que estuvo preso en el Hospital Psiquiátrico Penitenciario de Foncalent (Alicante), permanezca internado en un centro psiquiátrico por espacio de un total de diecisiete años, mientras que su defensa solicita que sea sometido únicamente a tratamiento ambulatorio durante un año.