Mañueco ve en el "trabajo y sacrificio" de hoy el "mismo amor por la tierra" de los comuneros

Defiende la vigencia de los ideales de las Comunidades y advierte de que la Constitución "no debe ser nunca objeto de almoneda política"

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Fernández Mañueco (centro), acompañado del presidente de las Cortes, Luis Fuetnes (izquierda), y el responsable del V Centenario, Salvador Rus. - EUROPA PRESS
Europa Press Castilla y León
Actualizado: miércoles, 19 mayo 2021 13:30

   VALLADOLID, 19 May. (EUROPA PRESS) -

   El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, ha subrayado que el "trabajo y sacrificio" que muestran los castellanoleoneses de hoy frente a la "cruel" pandemia que azota al planeta representa "el mismo amor por la tierra" que llevó al levantamiento de los comuneros hace cinco siglos.

    Fernández Mañueco ha sido el encargado de cerrar el acto inaugural del Congreso Internacional 'El tiempo de la libertad. Comuneros V Centenario', que se celebra desde este miércoles en las Cortes de Castilla y León para analizar y "comprender bien" el legado comunero, como ha destacado el presidente, quien ha deseado a este evento "la mejor de las suertes".

   El jefe del Ejecutivo autonómico ha subrayado el "profundo amor a la tierra" que movió a los comuneros y el "orgullo" que sentían por ella hasta el punto de entregar su vida por defenderla.

   Asimismo, ha defendido la "vigencia" en la España contemporánea de algunas de las ideas que empaparon su levantamiento, como los conceptos de "bien público" o "buen gobierno", los cuales quedaron plasmados en las conocidas como Leyes Perpetuas de Ávila.

   Para Fernández Mañueco, se trata de unas pretensiones "adelantadas a su tiempo" y que supusieron un "ensayo" de las modernas constituciones, por lo que ha subrayado que "pasado y futuro" coinciden en Castilla y León.

ALMONEDA POLÍTICA

   Precisamente esos valores son, a juicio del presidente, "predicables también" para la actual Carta Magna española, la cual "nunca debe ser objeto de almoneda política", como ha advertido.

   Tras ello, ha invitado a reflexionar en este congreso sobre los valores del buen gobierno, la transparencia, el ejercicio del poder "al servicio de las personas en todo el territorio" y la oferta de "alternativas para todos los grupos", a fin de "evitar que las busque fuera del sistema político".

   El levantamiento comunero frente a la monarquía de Carlos I sirve también de advertencia, como ha recordado el jefe del Gobierno regional, el "peligro" de gobernar "sólo con el temor" y ensalza la importancia de "ser capaces de superar las posiciones enfrentadas y avanzar todos juntos".

   Por todo ello, Alfonso Fernández Mañueco ha recordado que pese a haber sido derrotados por las tropas del emperador en Villalar hace ahora 500 años, muchas de sus ideas "han prevalecido", de modo que los comuneros "triunfaron en la historia" y "la llama comunera sigue muy viva".

IGUALDAD EN EL PECHAR

   Fernández Mañueco se ha referido a la revuelta comunera como un movimiento de "clases medias" a las que ha situado como "las más emprendedoras y un "germen de modernidad" basado en principios defendidos por aquellos protagonistas, como la "equidad fiscal" que actualmente, ha defendido, se aplica en Castilla y León mediante tributos "justos y moderados" y que es heredera de aquella reclamación de entonces basada en la "igualdad en el pechar" reivindicado en la época.

   El presidente de la Junta ha reconocido que la Guerra de las Comunidades fue un momento histórico que ha alcanzado "tintes míticos" en Castilla y León hasta convertirse en uno de los "símbolos" de "identidad" la región, cuya "fiesta mayor" es precisamente el aniversario de la Batalla de Villalar, el 23 de abril. "No es sólo una fecha en el calendario", ha recalcado Fernández Mañueco, quien ha apelado a "comprender bien este legado comunero".

   El líder del Ejecutivo castellanoleonés ha reconocido que el movimiento comunero "no ha sido ajeno" a la costumbre española de "instrumentalizar la historia", tras lo que ha hecho un repaso por las opiniones vertidas sobre este periodo histórico, tanto de los liberales "desde Jovellanos a Pi y Margall", como de voces contrarias como la de Gregorio Marañón, que los consideraba un "epígono medieval" que buscaba defender sus privilegios, o Menéndez Pelayo, quien veía "un peligro" en ellos, frente a los cuales José Antonio Maravall los reivindica como "la primera revolución moderna".

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