'El Mariquelo' asciende a lo alto de la Catedral de Salamanca a pesar de la lluvia y el frío

Actualizado: viernes, 31 octubre 2008 15:04

SALAMANCA, 31 Oct. (EUROPA PRESS) -

El tamborilero Ángel Rufino de Haro, conocido como 'El Mariquelo', ascendió hoy a lo alto de la torre de la Catedral Nueva de Salamanca a pesar de la lluvia y el frío, que por momentos, hicieron temer a la gente que se acercó al lugar que pudiera realizarse este acto tradicional.

'El Mariquelo', incluso, llegó a la veleta que preside lo alto de la cúpula, evitando así quedarse en la parte alta pero sin alcanzar la cota más elevada, como pasó en otros años por problemas climatológicos o por la salud del protagonista.

Esta actividad anual tiene sus orígenes en 'el terremoto de Lisboa' del 31 de octubre de 1755, que devastó la capital portuguesa y que provocó incidentes en ciudades como Sevilla y Salamanca, en esta última dejó maltrecha la torre de la Catedral Nueva y tuvo que ser reforzada posteriormente para evitar un posible derrumbe.

Aún así, el seísmo no provocó muertes en la capital, cuya sociedad se concentró principalmente en la Catedral durante los movimiento, y el Cabildo Catedralicio promulgó un edicto, en el que se promulgaba que todos los años en el aniversario del terremoto una persona subiría a lo alto del templo para tocar la campana, "dar gracias a Dios" y medir la inclinación del pináculo.

Esta misión se encargó de realizarla la familias de 'Los mariquelos', que vivían en el templo para cuidar de los aposentos, hasta el año 1976, cuando uno de ellos subió por última vez para cumplir con el edicto.

Posteriormente, Ángel Rufino de Haro ha recuperado el nombre del 'Mariquelo' y la tradición al coger el testigo y ascender a lo alto de la torre con el traje tradicional charro y con instrumentos musicales. Desde las alturas, anualmente, 'El mariquelo' interpreta la canción de la 'Charrada de la Catedral' que compuso el mismo y que es escuchada por los cientos de salmantinos que se concentran en los aledaños del templo para presenciar el momento.