Las obras menos conocidas de Fortuny y Madrazo llegan a Valladolid para dar lugar a una muestra "única y no itinerante"

León de la Riva conversa con un comisario de la exposición pictórica
EUROPA PRESS
Europa Press Castilla y León
Actualizado: viernes, 11 enero 2013 15:40

VALLADOLID 11 Ene. (EUROPA PRESS) -

Las obras menos conocidas de los pintores Mariano Fortuny y Raimundo de Madrazo pueden verse desde este viernes y hasta el día 30 de marzo en la Sala Municipal de Exposiciones de la Iglesia de las Francesas (Valladolid), donde el público podrá observar una muestra "única y no itinerante", resultado del trabajo de los dos comisarios de la exposición, Carlos González López y Montserrat Martí, que han agradecido en este sentido la "generosidad" de una decena de coleccionistas.

"Esto supone un auténtico lujo para Valladolid, sus vecinos y sus visitantes, que serán muchos más de los habituales este fin de semana con motivo de la concentración de Pingüinos", ha expresado el alcalde de la capital vallisoletana, Francisco Javier León de la Riva, encargado de inaugurar la muestra acompañado por la concejal de Cultura y Turismo de la ciudad, Mercedes Cantalapiedra.

El regidor también ha definido esta exposición como "una ocasión única para contemplar y estudiar la producción de dos de los más destacados artistas españoles del siglo XIX", ya que las cien obras mostradas forman parte de colecciones privadas y proceden directamente de los talleres de los pintores. "De ahí que sea casi imposible volver a contar con una muestra de este calibre", ha matizado.

De esta forma, el trabajo de Fortuny y Raimundo de Madrazo se presenta por primera vez reunido, al objeto de permitir tanto a historiadores como a coleccionistas y amantes del arte estudiar y constatar las analogías entre la obra de ambos artistas, --que eran cuñados además de amigos--.

En Valladolid se exponen dibujos, óleos y acuarelas de colecciones privadas, por lo que muchos de ellos se consideran inéditos. "Destacaríamos por su valor iconográfico aquellas obras que representan el entorno más íntimo y privado de los artistas, aquellas que retratan a familiares y amigos de una manera espontánea", ha detallado Martí tras matizar que la muestra reúne tanto apuntes como obras de estudio, encargos y temas comerciales "con una intención didáctica".

"La verdad es que ha resultado difícil reunir todas las pinturas, y es que para un coleccionista siempre supone cierto sufrimiento ver como uno de los cuadros que le pertenece sale de su casa", ha explicado la comisaria de la muestra y biógrafa de Fortuny.

Por su parte, Carlos González López ha asegurado que "a pesar de que Mariano Fortuny falleció a los 36 años, fue un pintor prolífero y un incansable dibujante". Al morir el pintor, salieron a la luz las carpetas y libretas en las que había trabajado desde su juventud "y que guardaba celosamente en su taller romano".

En relación con Raimundo de Madrazo, González ha subrayado que triunfó como retratista en Europa y América. Su obra, "que se caracteriza por una exquisita aptitud descriptiva y cromática", es un ejemplo del arte decimonónico que gozó de una gran aceptación en los salones parisinos.

En Valladolid, concretamente, se presentan dibujos preparatorios para composiciones de época, bocetos de temas cotidianos y retratos femeninos y masculinos que interpretan a familiares y amigos de Madrazo.

APUNTES BIOGRÁFICOS

Fortuny nació en Reus en 1838 y Madrazo en Roma en 1841. Tras sus estudios en España se trasladaron a Roma y París, respectivamente, para ampliar sus conocimientos y convertirse en el principal referente de las escuelas decimonónicas de ambas ciudades.

Mariano Fortuny se casó con Cecilia, hermana de Raimundo de Madrazo, y a partir de entonces y hasta el fallecimiento del catalán mantuvieron una amistad más estrecha.

Para los dos artistas, el dibujo fue un ejercicio básico en su producción. Así, Fortuny, trabajador incansable, plasmaba en sus libretas todo aquello que le llamaba la atención de la realidad inmediata en anotaciones realistas y concretas, ya fueran paisajes, personajes u objetos como espadas.

En cuanto a Raimundo de Madrazo, destacó desde joven por su "precisa y depurada técnica pictórica". Dibujaba con exactitud a sus modelos y a los protagonistas de sus retratos en obras espontáneas "de ejecución rápida y precisa".

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