ÁVILA 26 Sep. (EUROPA PRESS) -
La subasta de raza avileña celebrada hoy en Ávila batió el récord al pagarse 14.075 euros por una res, perteneciente a la ganadería de Julián Jiménez, de Santiago del Collado (Ávila), que ya el pasado año consiguió tener el ejemplar más caro, por más de 10.000 euros, según informó la Asociación Nacional de Raza Avileña-Negra Ibérica.
Así finalizó el XXXI Concurso-Subasta Nacional de Raza Avileña-Negra Ibérica, que en los últimos días se ha celebrado en la capital abulense, y en el que en la categoría de machos el precio medio de las 19 reses fue de 4.998 euros, un 12 por ciento más que los 4.437 de 2006.
Entre el medio centenar de hembras, la puja alcanzó en un ejemplar el precio de 5.200 euros --1.200 más que el más elevado hace un año--, de la ganadería de Ramón García Pardo, de Bularros (Ávila), siendo la media de 2.600, un 44 por ciento superior a los 1.804 de la anterior edición.
El importe total de la subasta fue de 224.000 euros, de los cuales 129.000 correspondieron a hembras y 95.000 a machos.
En la entrega de los premios del concurso morfológico, una res de la ganadería Las Calderas y Calera S.A., de Ávila y Badajoz, fue acreedora como mejor macho de más de 48 meses, y una de Sonsoles Álvarez de Toledo, de Muñana (Ávila), la ganadora en la categoría entre 31 y 48 meses.
A la clausura del concurso-subasta, en el que participaron 133 cabezas de ganado de 14 ganaderías de Extremadura, Madrid y Castilla y León, acudió el director general de Producción Agropecuaria de la Junta, Baudilio Fernández-Mardomingo, quien se refirió al nuevo serotipo de la lengua azul, del que han aparecido focos en Tarifa (Cádiz) y Badajoz, lo que hace prever "la ampliación de la zona restringida".
Fernández-Mardomingo se mostró optimista ante esta enfermedad en Castilla y León porque "se han capturado pocos mosquitos" y la vacuna estará preparada a mediados de noviembre, lo que facilitará que los ganaderos trashumantes abulenses que a finales de este año lleven sus reses a Extremadura puedan volver a la Sierra de Gredos en junio, como es tradicional en esta práctica milenaria.