El presunto autor de falsas amenazas de bomba en Valladolid confiesa y dice que lo hizo por aburrimiento

Asume tres de las llamadas pero rechaza la autoría de la que anunciaba un artefacto en el Carrefour de Parquesol

VALLADOLID, 11 Mar. (EUROPA PRESS) -

La Guardia Civil pondrá mañana a disposición judicial al joven de 19 años y vecino de Segovia con iniciales E.F.B. que fue detenido ayer como presunto responsable de las falsas amenazas de bomba anunciadas los pasados día 9, 10, 12 y 13 de febrero y que las situaban en la Plaza Mayor de Valladolid, el Aeropuerto vallisoletano de Villanubla, el centro comercial Equinoccio de Zaratán (Valladolid) y el Carrefour de Parquesol (Valladolid), respectivamente, según informaron a Europa Press fuentes de la investigación.

En su declaración en la Comandancia de la Guardia Civil de Valladolid, el detenido, quien se encontraba asistido de abogado, reconoció la autoría de las llamadas, a excepción de la última, la anunciada el día 13 en el referido centro comercial y que fue efectuada desde una cabina pública del barrio vallisoletano. A preguntas del motivo de su comportamiento, el declarante se limitó a indicar que lo hizo porque se aburría, según pudo saber Europa Press en fuentes del caso.

Una vez interrogado por la Benemérita, el joven, que en la actualidad está en el paro, será puesto mañana a disposición del Juzgado de Instrucción número 6, en funciones de guardia, cuyo titular volverá a tomar declaración al detenido para luego decidir sobre su ingreso o no en prisión por delitos de desórdenes públicos, del artículo 561 del Código Penal.

El referido delito hace referencia a quien "con ánimo de atentar contra la paz pública afirme falsamente la existencia de aparatos explosivos u otros que puedan causar el mismo efecto". En el supuesto de que se demostrara fehacientemente la participación del joven en las cuatro falsas llamadas, la condena final pudiera elevarse hasta los cuatro años de cárcel, a razón de entre seis meses a un año de prisión o multa de seis a dieciocho meses por cada uno de los delitos.

La detención de E.F.B fue realizada por el Servicio de Información de la Guardia Civil (SIGC) de Valladolid, que finalmente logró obtener la identidad del autor de las falsas amenazas de bomba, interviniéndole la tarjeta telefónica (SIM) y un teléfono móvil desde el cual presuntamente cometió los hechos delictivos.

Además de las cuatro falsas amenazas de bomba en Valladolid, se le supone involucrado en varias llamadas maliciosas en la provincia de Segovia, en las que activó los servicios de emergencias falsamente.

La primera llamada en Valladolid anunciando al colocación de una bomba se produjo el pasado día 9 de febrero, fecha en la que la Policía Nacional y la Policía Municipal se vieron obligadas a acordonar la Plaza Mayor. Los hechos ocurrieron sobre las 15.00 horas, cuando un individuo llamó al Servicio de Emergencias advirtiendo de que había una bomba en el entorno de la Plaza Mayor.

El atentado registrado horas antes en Madrid llevó a los agentes a acordonar parte de la plaza, por el lado de las calle Ferrari y Lencería, mientras los efectivos de los Tédax y del Grupo Canino inspeccionaban cada milímetro de la zona. No encontraron nada, salvo una bolsa con cables, y el cordón policial se levantó poco después de las 16.00 horas.

Al día siguiente, 10 de febrero, un comunicante anónimo se puso en contacto con el 112 para dar cuenta de la colocación esa noche de una bomba en los baños de la terminal del Aeropuerto de Villanubla, lo que alteró el servicio de un avión de Iberia procedente de Barcelona que tenía previsto tomar tierra en dichas instalaciones.

Así, 48 pasajeros, que en su mayoría formaban parte de una expedición del Inserso y que volvían de pasar ocho días en Lloret de Mar, permanecieron casi una hora dentro del avión, detenido en la pista, hasta que los decenas de agentes, guías caninos Tédax incluidos, recorrieron las instalaciones y descartaron la presencia de bomba alguna.

La tercera llamada se produjo el día 12 del mismo mes cuando el detenido, tal y como apuntan las investigaciones de la Benemérita, volvió a actuar para anunciar, en torno a las 21.00 horas, la colocación de otro artefacto en el centro de ocio y comercial Equinoccio, en la localidad vallisoletana de Zaratán, cuando ya se había producido el cierre de los comercios.

El anuncio obligó a la Guardia Civil al desalojo de unas trescientas personas, entre clientes de los restaurantes y las salas de cine de UGC Ciné Cité. Éstos fueron los últimos en ser evacuados sin que se produjeran situaciones de pánico, ya que inicialmente no se les informó sobre el motivo del desalojo.

La última de las falsas amenazas se produjo el día 13, cuando una voz anónima anunció la colocación de un explosivo en el centro comercial Carrefour del vallisoletano barrio de Parquesol.

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