VALLADOLID, 31 Mar. (EUROPA PRESS) -
El alcalde de Valladolid, Óscar Puente, ha insistido este jueves que la compañía Lactalis deberá de sumar a los costes del cierre de la fábrica de Lauki en la ciudad los de la "reacción" que el Ayuntamiento y la ciudad tendrán frente a esta medida.
El alcalde, quien junto a gran parte de la Corporación Municipal ha acompañado a los trabajadores de Lauki en el paro que han protagonizado a primera hora de esta mañana, ha precisado que su primer objetivo es tratar de evitar el cierre, aunque ha advertido de nuevo de otras posibles medidas.
"Nos gustaría no tener que recurrir a eso y estamos dispuestos a tomar las decisiones que sean necesarias para intentar evitar el cierre pero también, si se produce, para que la empresa que hace esto la próxima vez se lo piense dos veces, porque desde luego si ha hecho el cálculo de costes del cierre de la fábrica tendrá que añadir los que le pueda suponer la reacción que tengan la ciudad y el Ayuntamiento", ha insistido.
Tras apostillar que el Consistorio no se quedará "de brazos cruzados" porque "no se puede consentir que una fábrica que está funcionando y es rentable cierre por una política de optimización de beneficios" en el escenario de una Europa "con un problema de desempleo tan grave", Puente ha apelado al "compromiso social" del sector empresarial, que en este caso es "nulo", lo que no se puede "consentir".
El equipo de Gobierno ha acompañado a la plantilla de Lauki en un día "importante" para su futuro --representantes de Lactalis mantienen reuniones con trabajadores y Junta--, según el alcalde, quien ha mostrado su deseo de que de esos encuentros salga el "compromiso de permanencia" de Lauki en Valladolid.
Su presencia en la movilización "ratifica el compromiso" con la continuidad de la fábrica, que es "al cien por cien" en el caso del Consistorio, según Puente, quien ha asegurado a propósito de las negociaciones que mantendrá la Junta que la prioridad tiene que pasar por la defensa de la continuidad del grupo en Valladolid y, como segunda opción, por la venta.
"Si no es rentable, que es lo que argumentan públicamente aunque no lo puedan fundamentar, qué mejor manera de resolver algo que no es rentable que venderlo e incluso trasladarle el problema a la competencia", ha incidido.
