Ribadelago, 60 años de la trágica inundación por la rotura de la presa

Imagen de la escultura en recuerdo a las víctimas de Ribadelago
WIKIMEDIA - Archivo
Publicado: miércoles, 9 enero 2019 13:42

ZAMORA, 9 Ene. (EUROPA PRESS) -

El 9 de enero de 1959, hace ahora 60 años, la localidad zamorana de Ribadelago fue inundada como consecuencia de la rotura de la presa de Vega de Tera, un trágico suceso que se saldó con 144 víctimas mortales, según la estadística de esa época.

El desastre, la segunda mayor tragedia del país en número de víctimas mortales por la rotura de un embalse, se registró en la medianoche del 9 de enero de 1959 cuando se rompió la presa construida en el curso del río Tera por la compañía hidroeléctrica Moncabril, que había inaugurado el pantano en septiembre de 1956.

La rotura del muro de contención dejó escapar casi ocho millones de metros cúbicos de agua que llegaron rápidamente a la localidad zamorana de Ribadelago, situada a unos 8 kilómetros, y llegó a alcanzar los 10 metros de altura, en una ola que arrasó el municipio y sepultó a 144 (14 familias en su totalidad) de sus 500 habitantes que fueron sorprendidos por el agua y por un intenso ruido en medio de la noche.

Los que pudieron sobrevivir a la tragedia se tuvieron que refugiar en las zonas más altas del pueblo, como los tejados de las casas o el campanario de la iglesia, donde consiguieron librarse de la enorme riada.

Según los informes, la rotura de la presa de Ribadelago no se produjo por causas meteorológicas sino que se debió a una negligencia por graves defectos de construcción por carencias en la dirección técnica de la obra y en los materiales. La Audiencia Provincial de Zamora sólo acabó condenando a un encargado de obra como máximo responsable mientras que los responsables de la hidroeléctrica nunca entraron en prisión y fueron indultados por el Gobierno de Franco.

Además, cuenta la historia que desde que comenzaron las obras en 1953 y hasta 1956 murieron en accidentes laborales muchos obreros y otros muchos quedaron lisiados, amputados o enfermos.

El desastre generó un importante movimiento solidario de apoyo a las víctimas a nivel nacional e internacional. Tres años después se construyó en otra ubicación un nuevo pueblo llamado entonces Ribadelago de Franco, denominado ahora Ribadelago Nuevo, y situado en el término de Galende, en la comarca de Sanabria.