LEÓN, 9 May. (EUROPA PRESS) -
Los regadíos del sector VIII del Canal del Porma (León) ya son una realidad. El consejero de Agricultura de la Junta de Castilla y León, José Valín, visitó esta mañana la planta de bombeo que permitirá que el agua llegue a 1.140 hectáreas de superficie regable del Sector VIII tras una inversión de la Administración autonómica de 7,82 millones de euros.
La inversión se ha destinado a la modernización de los regadíos de esta zona que cuentan ahora con la última tecnología informática que permite, por ejemplo, poner en marcha el sistema con sólo una llamada de teléfono.
Valín anunció más ayudas para que los agricultores puedan acometer también la modernización del riego de sus parcelas.
En este sentido aseguró que "es fundamental seguir potenciando e invirtiendo en agricultura y ganadería porque es la base de todo, a pesar de la pérdida de fondos europeos vamos a aportar más, 2.800 millones de euros para asegurar la inversión no sólo en los regadíos sino que además haya dinero para la inversión en industria agroalimentaria que es vital para asegurar que se aproveche y se saque el mayor rendimiento de los productos de la zona".
Además el consejero adelantó que en esta zona sur de la provincia se instalará una planta de biomasa para la producción de energía eléctrica. Una planta, expuso,"de generación de energía aprovechando biomasa de cultivo que servirá también para abaratar los costes de la energía eléctrica del nuevo regadío".
Cada agricultor de esta zona tendrá que pagar el 50 por ciento de los 5.631 euros que costará la modernización del regadío en cada hectárea.
Los nuevos regadíos, destacó Valín, "son unos regadíos modernos que van a disponer de la mejor tecnología del mundo para que nuestros jóvenes y mayores dispongan de lo mejor y estén dentro de un mundo tecnológico".
En cuanto al desarrollo de los regadíos, Valín afirmó que desde la Junta están "contentos" con "cómo va la modernización de regadíos pero hay que seguir avanzando, también en el sentido de la reconcentración que tiene que ser un proceso en el que las inquietudes de los propietarios se hablen a través de cauces de diálogo para que lo que se asuma se haga de forma consensuada".
