Carta del Rey Juan II que anuncia el nacimiento de Isabel la Católica, en su presentación al volver a Segovia tras su restauración. - EUROPA PRESS
SEGOVIA 29 Sep. (EUROPA PRESS) -
La Consejería de Cultura ha entregado al Archivo Municipal de Segovia la Carta del Rey Juan II que anuncia el nacimiento de Isabel la Católica, un documento que fue depositado para su restauración en el Centro de Conservación y Restauración de Simancas.
El consejero de Cultura, Gonzalo Santonja, ha visitado la sede del Archivo, el edificio de la Alhóndiga de Segovia (el antiguo almacén medieval de grano de la ciudad), para devolver la carta y mostrar el resultado de una restauración que ha llevado unos seis meses, dos de ellos de trabajo efectivo sobre la reliquia.
Junto a él, ha estado presente la restauradora del Centro de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de Castilla y León, María Luisa Matres, quien ha explicado que el trabajo de recuperación de la Carta de Juan II ha sido delicado.
Esto se debe a que el documento "estaba en muy mal estado, con muchos pliegues" y, en su parte de atrás, tenía "muchas piezas posteriores, de papel, celofán y goma arábiga colocadas para que no se rompiera".
Además, la propia fabricación del papel, 'papel de trapo', hecho con fibras de lino y de algodón, había incluido en su pulpa partículas de hierro y cobre que, con la humedad de siglos, se habían oxidado, debilitando aún más el papel, junto a las partículas metálicas de las tintas.
En la presentación del documento de Juan II se ha mostrado el estado original de la Carta y el resultado final, de modo que se ha podido observar cómo se han rellenado espacios que habían sido estropeados por insectos bibliófagos (comedores de papel) y se han retirado las piezas de refuerzo colocadas siglos después en su parte trasera, además de lograr alisar el documento.
El tratamiento de conservación y restauración ha estabilizado las degradaciones fisicoquímicas, y se ha finalizado con una encapsulación en plástico inerte, que lo aísla de los contaminantes ambientales.
Según ha relatado la restauradora, el proceso de recuperación del documento ha seguido la línea de otros escritos de alto valor, retornados recientemente por el Centro, como la Nodicia de Kesos o el Documento del Rey Silo, ambos del Archivo de la Catedral de León. En el caso de Segovia, otra fuente de piezas de alto valor tratadas en Simancas es la colección de acuarelas de Daniel Zuloaga, conservadas en la Iglesia de San Juan de los Caballeros.
El documento hoy devuelto, manuscrito de letra gótica cursiva denominada cortesana, muy característica de la cancillería castellanaleonesa del siglo XIV al XV, está datado en 1451 y hasta su restauración se ha conservado en el Archivo Municipal de Segovia, donde ha sido objeto, en distintas épocas, de estudio y de trabajos de conservación y restauración.
En el marco de su devolución a la ciudad de Segovia, Santonja ha subrayado el trabajo de protección y recuperación del patrimonio, con criterios técnicos y científicos, incluyendo además de la arquitectura o las piezas artísticas, el patrimonio documental, del que "Castilla y León tiene que estar muy orgullosa".
UN MILLÓN PARA AMPLIAR EL CENTRO DE SIMANCAS
En esa línea, ha anunciado la ampliación y renovación de medios del Centro de Conservación y Restauración de Simancas, obra en la que la Junta invertirá un millón de euros, para mantener el prestigio profesional de un centro reconocido mundialmente, que es necesario para poder recuperar documentos como la Carta de Juan II.
La restauración de la Carta se ha valorado en cerca de 6.500 euros, pero el consejero ha precisado que "no son 6.000 euros el precio de este trabajo", ya que se tiene que tener en cuenta que para llevarlo a cabo se necesita un espacio como el Centro de Simancas, con los profesionales y la infraestructura que supone.
Por otro lado, sobre la posibilidad de mostrar al público la Carta de Juan II, tanto el consejero como los responsables del Archivo Municipal han coincidido en que es un documento "que tiene que guardarse en condiciones de humedad y ausencia de mohos, microorganismos y animales que lo perjudiquen".
De este modo, han apuntado que la opción más adecuada es aprovechar las nuevas tecnologías y optar por copias o facsímiles digitales que puedan estar al alcance del público y los estudiosos, mientras se custodia el original en las condiciones adecuadas.