ZAMORA, 29 Ene. (EUROPA PRESS) -
Cuatro personas fueron detenidas como miembros de una red internacional que explotaba sexualmente a mujeres en un club de alterne de Zamora, según informó hoy la Subdelegación del Gobierno.
Entre los componentes de la banda había ciudadanos hispanos, paraguayos y rumanos que introducían de manera ilegal en España ciudadanas extranjeras procedentes de Paraguay a las que prometían trabajo digno y bien remunerado en el país.
A los cuatro detenidos se les imputan delitos contra los derechos de los trabajadores, contra el derecho de los ciudadanos extranjeros y relativos a la prostitución. Además, cinco mujeres estaban en situación irregular en España.
Uno de los detenidos es el dueño del club El Galeón, J.L.A.M., de 39 años, de Palencia. Los otros dos localizados en el mismo club son A.G.M., de 61 de La Rioja y una mujer, M.V.M., de 34, de Rumania. En un registro realizado en un domicilio de la calle Amargura de la capital zamorana fueron detenida otra mujer de 37 años, M.Y.S.E. y otras cinco mujeres por estancia irregular en España.
La operación llevada a cabo por el Cuerpo Nacional de Policía se inició a principios de verano del año pasado y terminó el pasado 25 de enero, cuando se llevaron a cabo las detenciones, según las mismas fuentes.
Varias víctimas consiguieron huir de la red y explicaron a la Policía como operaba la banda. Captaban a las mujeres en Paraguay proponiéndoles ejercer la prostitución en España en el club Galeón de Quiruelas de Vidriales (Zamora) donde ganarían mucho dinero de forma rápida. Les financiaban el viaje y les proporcionaban la denominada bolsa de viaje, consistente en dinero para el paso de la frontera y una reserva de hotel. Utilizaban también, en ocasiones, una carta de invitación de ciudadanos españoles o residentes en España.
FUNCIONAMIENTO DE LA ORGANIZACIÓN
La organización recogía a las mujeres cuando llegaban a España en los distintos aeropuertos para distribuirlas después por diferentes clubes de alterne.
La organización disponía de miembros que operaban en Paraguay, que eran los que se encargaban de captar a las víctimas, mujeres jóvenes de bajo nivel socio económico, a las que engañaban con falsas promesas de trabajo o prometiéndoles ganar mucho dinero en poco tiempo. Aleccionaban a las mujeres sobre el comportamiento que debían tener en el control policial fronterizo para simular ser turistas.
En cuanto al billete de avión de vuelta, exigido para acreditar el carácter turístico del viaje, les era retirado por la organización.
Asimismo, a su llegada al club, los miembros de la organización les retiraban a las víctimas el dinero utilizado para el paso de la frontera.
La red utilizaba rutas alternativas de vuelto para la llegada de las mujeres a España, que tenían como destino el club Galeón, haciendo escala en un país diferente donde en control de personas es más permisivo.
Las víctimas mantenían con la organización una deuda de 2.500 euros, lo que permitía a la red tenerlas controladas bajo amenazas y coacciones, ya que no podían abandonar el club hasta no haber abonado la deuda totalmente.
Las mujeres que trabajaban en el Galeón tenían un horario laboral impuesto por el dueño, no podían librar los fines de semana y si querían tener un día libre debían solicitarlo a los responsables del club. Además, tenían que pagar los gastos de alojamiento y manutención con las relaciones sexuales que mantenían con los clientes.
En el club llevaban un control, mediante tiquets, de las copas a las que eran invitadas las mujeres por los clientes del local, así como de las relaciones sexuales y de las salidas del club en horario de trabajo con los mismos. Mientras no cancelaban la deuda no percibían ninguna cantidad por su trabajo.
El juzgado de instrucción número 1 de Benavente (Zamora), que se hizo cargo del caso, ordenó el ingreso en prisión de tres de los detenidos y la libertad con cargos del otro.
