SEGOVIA, 27 Ene. (EUROPA PRESS) -
Tres hombres de nacionalidad española y vecinos de Gijón han sido detenidos en El Espinar (Segovia) cuando viajaban desde Marruecos hasta el norte de España con 302 bellotas de hachís, 269 ocultas en su intestino, que habrían alcanzado un valor de 10.000 euros en el mercado del menudeo.
Los detalles de la operación, que permanece abierta, han sido explicados este viernes por la subdelegada del Gobierno en Segovia, María Teresa Rodrigo, y el teniente coronel de la Guardia Civil, Juan Miguel Jiménez.
Los detenidos son J.C.G.V, de 54 años; J.V.D, de 35, y J.A.G, de 24, alguno de ellos con antecedentes criminales. Los tres fueron identificados en un dispositivo rutinario del plan contra el tráfico de drogas y hechos delictivos en la provincia cuando viajaban en la madrugada del martes 24 de enero por el término de El Espinar.
Los tres ocupantes tenían intención de llegar al norte del país para comercializar la droga adquirida previamente en Marruecos --lo que se conoce como 'bajarse al moro'--. En total, transportaban 1.788 gramos de hachís en 320 bellotas, parte de las cuales habían ingerido para evitar que fueran descubiertas.
Un perro de la Guardia Civil detectó las primeras bellotas, un total de 33, que estaban ocultas en una bolsa de basura en el maletero del vehículo, un Citröen Xantia, algunas impregnadas de heces tras haber sido evacuadas.
Los tres varones fueron trasladados después al Hospital General de Segovia, donde después de un examen radiológico y el tratamiento correspondiente expulsaron otras 269 bellotas plastificadas.
Los ya detenidos fueron puestos ayer a disposición judicial y se encuentran en libertad con cargos. El teniente coronel, quien ha advertido del riesgo para la salud que conlleva este tipo de ingesta, ha incidido en que la operación continúa abierta y en que podrían producirse nuevos arrestos en el norte del país en los próximos días.
María Teresa Rojo ha destacado por su parte la labor de la Guardia Civil al asestar un nuevo golpe al tráfico de drogas y ha subrayado que, a pesar de que este método de ocultación no es nuevo, sí que resulta poco frecuente en la provincia segoviana.
