VALLADOLID, 22 May. (EUROPA PRESS) -
La Unión de Campesinos de Castilla y León pronostica a día de hoy que la campaña agrícola 2018/2019 obtendrá una mala cosecha a consecuencia de la falta y a la irregularidad de las ansiadas lluvias, que junto con las altas temperaturas y las heladas han conllevado a la reducción drástica de la mayoría de los cultivos en la Comunidad.
Aunque las lluvias que llegaron a finales de abril permitieron aliviar en parte la extrema sequía, lo que hizo pronosticar que podrían recuperarse los cultivos de secano y los pastos de Castilla y León, las elevadas temperaturas que se registraron a posteriori provocaron su degeneración, con lo que UCCL estima finalmente una caída de un 60 por ciento de media en la producción.