VALLADOLID, 2 Nov. (EUROPA PRESS) -
El vecino de Santibáñez de Valcorba (Valladolid) Félix Antonio C.A. que en 2005 desembolsó más de 40.000 euros por la construcción de una casa de madera canadiense que encargó a 'Foramontanos Rehabilitadores S.L.', con sede social en Villarcayo (Burgos), acusó hoy al administrador de la mercantil y al encargado de obra, Luis María L.B. y Javier C, respectivamente, de haberle "timado" al cobrar más del dinero pactado y haber dejado la obra a medio hacer.
La víctima, durante el juicio iniciado hoy en la Audiencia de Valladolid contra ambos procesados, que se enfrentan a penas de entre dos y seis años de prisión, que son las que inicialmente solicitan para ellos, por el mismo orden, el Ministerio Fiscal y la acusación particular por delito de estafa, aseguró haber contactado con dicha empresa a través de Internet en la creencia de que estaba especializada en este tipo de trabajos, cosa que, como así pudo comprobar más tarde y a su pesar, era absolutamente incierto.
De hecho, el testigo, en declaraciones recogidas por Europa Press, explicó que ya en el inicio de la obra, durante el encofrado, tuvo que ponerse en contacto con el administrador, Luis María L.B, tras comprobar 'in situ' la "auténtica chapuza" realizada por el encargado de obra, el también acusado Javier C, y los dos peones que tenía a su cargo, aunque no menos sorpresa se llevó cuando un día acudió al tajo y descubrió que los trabajadores habían pasado la noche en un vehículo y ni siquiera habían desayunado.
"Me volví a poner en contacto con el responsable y éste me confesó que la empresa estaba pasando por momentos de falta de liquidez y entonces me ofrecí a pagarles de mi bolsillo el desayuno y el alojamiento en un hotel, cuyo importe sería a descontar el precio final", recordó Félix Antonio C.A, quien al final, pasados unos meses, vio cómo la obra quedaba definitivamente paralizada.
De hecho, la vivienda, que además presenta graves vicios estructurales debido a la falta de pericia de los operarios, continúa aún inconclusa "y en un estado de total ruina debido al tiempo pasado", ha denunciado la víctima, que, al no poder ocupar con su esposa e hija recién nacida la que pretendía fuera su primera vivienda, sigue viviendo hoy de alquiler y se ha visto obligado a pedir ayuda económica a sus padres y cuñados.
DENUNCIADO POR LA CAÍDA DEL TEJADO
"He tenido que hipotecar la casa de mis padres e incluso tengo una denuncia porque parte del tejado se hundió y afectó a la finca del vecino", se lamentó Félix Antonio C.A, quien responsabilizó de su situación a las dos personas que compartían banquillo.
Sin embargo, el máximo responsable de la empresa rehabilitadora, Luis María L.B, aseguró que tras conocer que el cliente quería construir una casa de madera canadiense rechazó desde un inicio acometer el proyecto por falta de conocimientos y que fue entonces cuando el otro acusado, Javier C, albañil y colaborador de 'Foramontanos Rehabilitadores', aceptó el encargo por su cuenta y riesgo y sin la participación alguna de su empresa.
Aunque el cliente recibió presupuestos e información vía email desde la cuenta personal del administrador, éste negó ser el autor de los mensajes e insistió en que ni su empresa ni ningún trabajador de la misma participó en la construcción de la casa de madera canadiense, aunque no supo explicar por qué en una cuenta de la misma aparecieron más de 1.000 euros ingresados por la víctima.
Su compañero de banquillo, el albañil Javier C, encargado de la ejecución del proyecto, reconoció también su total desconocimiento en la construcción de este tipo de viviendas pero alegó que decidió aceptar el trabajo cuando se entrevistó con el cliente, al que, según él, advirtió de su impericia, y éste no mostró reparo alguno.
"Lo único que necesitaba era mano de obra ya que no dijo que construir la casa era facilísimo", hasta el punto de que, según precisó el acusado, la propia víctima se hizo cargo de la dirección de la obra y era él quien daba las órdenes de lo que había que hacer.
Javier C. sí insistió en que el proyecto se acometió "bajo el paraguas" de 'Foromontanos Rehabilitadores', con la participación de otros dos empleados de la mercantil, y eso a pesar de que su máximo responsable se "autoexcluyó" del mismo en lo concerniente a la toma de decisiones "pero no a la hora de cobrar". En este sentido, el declarante aseguró que todas las cantidades percibidas de mano del cliente las entregó en las oficinas de la empresa burgalesa.
La vista oral del juicio, que hubo de suspenderse ante la incomparecencia de algún testigo, proseguirá en la Audiencia vallisoletana el próximo día 22 de noviembre.