BARCELONA, 8 Nov. (EUROPA PRESS) -
El conseller de Agricultura, Alimentación y Acción Rural, Joaquim Llena, afirmó que "es posible" que aparezcan nuevos focos de lengua azul en explotaciones ovinas y bovinas de Catalunya antes de finalizar el año, pero lanzó un mensaje de tranquilidad porque la llegada del invierno hará desaparecer a los mosquitos, que son los transmisores de esta enfermedad.
Llena señaló, en una entrevista a Europa Press, que antes de verano se detectó la presencia de terneras que venían de fuera de Catalunya con la documentación en orden pero que dieron positivo en el test de lengua azul. "Al ver que prácticamente se convertía en una constante y que, en España y la Unión Europea había lengua azul, en julio decidimos vacunar a los animales", explicó.
Existen 24 variantes de lengua azul y el Govern está vacunando a la cabaña ganadera de los tipos 1 y 8. El conseller destacó que "lo peor que podría pasar es que surgieran serotipos diferentes, procedentes de otro país, pero en principio una vez vacunados y revacunados ya no hay peligro".
"Es posible que haya más casos, pero ahora llega el invierno y hay menos mosquitos. Podría haber un rebrote en primavera", añadió. Llena consideró que Catalunya es una "isla sanitaria" porque empezó a vacunar antes de detectar la enfermedad y consideró que aquí se actúa con más "rigor" que en otras comunidades y países.
Las vacunas se realizan dos veces y después hay que esperar 70 días para normalizar el transporte. Según el conseller, actualmente están vacunadas entre el 60 y el 70% de las vacas y más del 50% de las ovejas. De estas, un 30% ya han pasado por la segunda tanda.
La Conselleria de Agricultura, Alimentación y Acción Rural (DAR) ha detectado el virus de la lengua azul desde septiembre en 30 explotaciones ovinas y tres bovinas de Catalunya, de las que el laboratorio de referencia de Algete (Madrid) ha confirmado 14 y dos, respectivamente, ubicadas en comarcas cercanas a Francia: La Garrotxa, La Selva, Pla de l'Estany, Alt Empordà y Vall d'Aran.
Llena insistió en que la lengua azul o fiebre catarral ovina no supone ningún riesgo para la salud humana ni afecta a la calidad de la carne.
