La medida busca erradicar los ataques de buitres al ganado, que se han multiplicado

BARCELONA, 31 Mar. (EUROPA PRESS) -

La Conselleria de Medio Ambiente de la Generalitat trabaja con la Unión Europea (UE) para volver a permitir que los cadáveres de animales permanezcan en la montaña, tras superarse la enfermedad de las vacas locas, y que así el buitre común pueda alimentarse naturalmente y autoregular su población.

Esta es la principal directriz marcada por el Govern, que ha decidido tomar cartas en los ataques de buitres a ganado, una situación que se ha multiplicado en los últimos años, pasando de dos casos anuales en 2006, a más de 80 en 2009.

En un comunicado, el Govern atribuyó el aumento de los ataques al cambio de la normativa aprobada a raíz de la enfermedad de las vacas locas --la encefalopatía espongiforme bovina--, que obliga a los ganaderos a retirar de la montaña los cádaveres de animales, de forma que los buitres --de naturaleza carroñera-- han cambiado sus hábitos alimenticios.

Según la Generalitat, los ataques --concentrados en Osona, Berguedà, Cerdanya y Solsonès-- se producen en un 83,3% de los casos en el momento del parto de ganado (mayoritariamente) bovino, y sus autores son unos cuantos buitres adultos, mientras que el resto de la población no participan en ellos.

Medio Ambiente busca ahora que la alimentación se los buitres se produzca de la forma más natural posible, respondiendo a la índole carroñera de la especie. Con esto, la Conselleria no autorizará la instalación de nuevas plantas incineradoras y cementerios de animales muertos y revisará las autorizaciones administrativas concedidas a las instalaciones ya existentes.

De este modo, no se podrá alimentar a los buitres continuadamente y aumentar los efectivos artificialmente. Se pretende no consolidar las poblaciones de buitres y volver a la situación anterior a los ataques, para que estas aves tengan el alimento distribuido naturalmente y se autoregule la población.

ALIMENTACIÓN SUPLEMENTARIA

Hasta que los trabajos entre España y la UE den sus frutos, la Conselleria prevé instalar puntos de alimentación suplementaria que puedan ser usados temporal y puntualmente para prevenir los ataques de buitres en los momentos de máximo riesgo --en las épocas de part del ganado--.

Asimismo, llevará a cabo actuaciones mitigadoras de los casos que vayan surgiendo mediante el seguimiento detallado por parte de agentes rurales y, si es necesario, la activación de un protocolo para la captura de los buitres conflictivos.

Actualmente, unos 1.000 buitres viven en Catalunya, donde ocupa una gran diversidad de ambientes. Su alimentación se basa únicamente en los cádaveres de animales muertos, hábito imprescindible desde el punto de vista sanitario.