BARCELONA, 28 May. (EUROPA PRESS) - El desalojo del centro social, emplazado en la zona y 'okupado' desde hace 17 años, provoca protestas por tercera noche consecutiva desde el desalojo del lunes. Muchos manifestantes llevan cacerolas que hacen sonar en señal de protesta, y entre los concentrados hay unos pocos camuflados con capuchas, como los que provocaron altercados el lunes y martes por la noche. La plaza y la parada de Metro están cortada al tráfico, como durante las manifestaciones del lunes y del martes, y la estación de Sants está cerrada por el acceso de plaza Joan Peiró, entrada protegida por agentes antidisturbios.