BARCELONA, 23 May. (EUROPA PRESS) -
Los candidatos del PSC, ICV-EUiA y PP por Barcelona, Jordi Hereu, Imma Mayol y Alberto Fernández Díaz, respectivamente, desearían tener para Barcelona la red de Metro que tiene Madrid, mientras que el candidato convergente, Xavier Trias, envidia la capacidad de crecimiento de la capital de España.
A preguntas de Europa Press, Hereu reconoce que Madrid tiene "un grado de desarrollo de infraestructuras, como el Metro o los centros culturales que no están mal", mensaje al que también se apunta el candidato de ERC, Jordi Portabella, al asegurar que "lo único que se quedaría de esta ciudad son los museos".
No obstante, el alcaldable socialista critica el "gigantismo" de Madrid. "A la larga, puede ser preocupante porque no sé si será muy gestionable", advierte Hereu.
Según Hereu, "habrá que ver la evolución social y urbana de Madrid y Barcelona, porque ellos tienen más peligro de tener, en el futuro, una ciudad más segmentada", una de las cuestiones que precisamente quiere evitar con su mensaje de defensa de la cohesión social.
Mayol también se apunta al crecimiento de Madrid como su principal defecto. "La apuesta de futuro que hacen es muy Distrito Federal (DF)", porque tienen una "obsesión" su crecimiento, "basado en la extensión y la cantidad".
En cambio, el candidato de CiU ve en la capacidad de crecimiento de Madrid, que a diferencia de Barcelona no está situado entre dos montañas, su principal virtud. "Me gustaría tener las mismas posibilidades de extenderse y de terreno que tiene Madrid", porque Barcelona "ya no tiene más suelo", asegura.
Trias considera que nunca exportaría para Barcelona "el centralismo" de Madrid, ahondando así en su mensaje de nacionalista catalán. En cambio, el republicano Portabella saca a la palestra el mar. "Es el gran defecto de Madrid que nunca quisiera trasladar para nuestra ciudad", ironiza.
Sin entrar en consideraciones con Madrid, el candidato popular asegura que el defecto que nunca quería para Barcelona sería que "se encerrara en ella misma", porque la capital catalana "siempre ha sido plural y abierta" y que se olvidara "el sentido social en la atención a las personas".
