BARCELONA, 24 May. (EUROPA PRESS) -
El alcalde de Barcelona y candidato del PSC a la reelección, Jordi Hereu, auguró hoy de que los socialistas tienen un "escenario complicado" si no logra movilizar a su electorado a 48 horas de las elecciones municipales. En un intento de no caer en la autocomplacencia de las encuestas, Hereu demostró su preocupación por la existencia de la bolsa de indecisos que todavía no saben a quién votarán el próximo domingo.
En un coloquio de Tribuna Barcelona, Hereu abogó por "andar juntos con otros", en alusión a la reedición del tripartito en el gobierno de Barcelona, pero reclamó el apoyo al PSC para tener "más fortaleza a la hora de ir a negociar y dialogar con otros", en alusión a posibles negociaciones con la Generalitat y el Gobierno de Zapatero.
El alcaldable socialista reconoció que no contempla el escenario de que el PSC logre mayoría absoluta en el Ayuntamiento de Barcelona. "No hay ningún indicio racional que lo indique", admitió Hereu, quien garantizó el mantenimiento de un "gobierno plural".
De hecho, durante la campaña electoral, el PSC ha centrado parte de sus esfuerzos en pisar las calles de los distritos de Sant Martí y especialmente Nou Barris, feudos tradicionalmente socialistas en el que perdieron apoyos en las últimas elecciones autonómicas, a causa de la escasa movilización de su electorado, que prefirió quedarse en casa antes de ir a votar.
HEREU: "INAUGURO LA TERCERA ETAPA DEL MODELO SOCIALISTA".
"Hoy inauguro una tercera etapa del proyecto socialista", basado en "el mantenimiento de la cohesión social", proclamó Hereu, quien defendió con "orgullo crítico" el modelo del PSC en el gobierno de Barcelona. Defendió la necesidad de poner "nuevos acentos" para hacer frente al acceso a la vivienda, una formación adecuada, una ocupación de calidad y el despliegue de los servicios sociales, el cuarto pilar del Estado del Bienestar.
El alcaldable socialista aseguró que la primera etapa del proyecto socialista, de los alcaldes Narcís Serra y Pasqual Maragall, fue la de llevar a cabo pequeñas inversiones en los barrios, las reformas de la Meridiana y las Rondas, y la de "sacar un poco la cabeza al mundo", mientras que la segunda, que enmarcó entre 1993 y 2004, fue la de la "gran transformación de Barcelona", con "un gran despliegue de equipamientos".
