BARCELONA 23 May. (EUROPA PRESS) -
El candidato de ERC a la Alcaldía de Barcelona, Jordi Portabella, propuso hoy crear en los edificios la figura de un "canguro familiar" que se ocuparía de "un máximo de cinco niños" de sus vecinos, que fueran menores de tres años, para cubrir la falta actual de plazas de guardería. Portabella subrayó que sería una medida "transitoria" hasta que se acabara con este déficit.
Tras remarcar que se trata de un modelo importado de Francia, Portabella explicó que "el canguro familiar" realizaría un servicio de "asistencia maternal y paternal", para el ejercicio del cual debería tener previamente una titulación de la administración, que se obtendría con una formación similar a la de los puericultores o maestros de guardería.
Junto a una pareja con dos niñas gemelas y en su propia casa, situada en el barrio del Raval, Portabella concretó que la administración "adaptaría" el mobiliario de los pisos a las necesidades de la infancia y controlaría periódicamente sus condiciones, para garantizar una buena atención de los menores de tres años.
Entre las ventajas de este servicio, Portabella destacó la proximidad del "canguro familiar" al hogar de los padres y que costaría a las familias la mitad de lo que supone pagar una plaza de guardería, porque se pagaría "entre todos los vecinos" con hijos de la escalera. Por eso, Portabella propuso esta medida durante la presentación de su "decálogo de ideas para llegar a final de mes".
Las familias abonarían el coste del "canguro familiar" al Ayuntamiento y éste pagaría el salario a los asistentes paternales y maternales, que serían "trabajadores públicos", en tanto que la administración garantizaría la "idoneidad" de estas personas para tener cargo de los menores de tres años.
Portabella, que se marcó como objetivo crear 100 "canguros familiares" durante los próximos cuatro años, subrayó que el Ayuntamiento sólo financiaría las obras de adaptación de los pisos de estos cuidadores, si estos se comprometen a ejercer el servicio de asistencia paternal y maternal durante un mínimo de tres años.
LA HIPOTECA INVERSA.
Otra de las propuestas del decálogo de ERC es difundir entre la tercera edad la hipoteca inversa, mediante la que una entidad bancaria paga mensualmente un importe a una persona mayor, que tenga un piso de propiedad, de manera que, cuando esta fallezca, el banco se convierte en el propietario. Esto garantiza, no obstante, que la persona mayor tenga unos ingresos fijos cada mes.
Para facilitar el acceso a la vivienda, Portabella propuso crear una bolsa de pisos de alquiler en cada uno de los distritos de Barcelona y extenderla en ocho años a todos los barrios de la ciudad. También planteó crear un "pacto financiero" entre la administración y las entidades bancarias, para fijar un máximo y un mínimo de interés hipotecario.
En el resto del decálogo, Portabella también ha enmarcado propuestas que ya había presentado con anterioridad durante esta campaña, como la creación de 100 viviendas tuteladas para la gente mayor, subvencionar la "rehabilitación social" y la instalación de ascensores en edificios con personas con problemas de movilidad o ampliar los mecanismos para luchar contra el mobbing inmobiliario.
También reiteró su apuesta por crear una tarjeta anual para el transporte público, la T-ANY, cuyo coste sería de 400 euros y ser pagaría en doce mensualidades, y representaría un ahorro de hasta el 50% para los usuarios habituales del transporte público.
Repitió su propuesta de "la cesta de la compra", que consiste en publicitar los precios de las mejores ofertas de los mercados municipales, aunque añadió que quincenalmente también se publicarían las ofertas de las diez cadenas de supermercados de la ciudad.
El decálogo termina con la apuesta por "llevar el hospital a casa", es decir, por trasladar la atención médica a los hogares, cuando un niño se ponga enfermo o cuando una persona mayor se esté recuperando de una enfermedad crónica.
A la presentación del "decálogo de propuestas para llegar a final de mes", acudieron cerca de una quincena de periodistas, que entraron en el piso del barrio del Raval, en el que la pareja, amiga personal de Portabella, y sus dos hijas gemelas permanecieron ante las cámaras durante toda la rueda de prensa.