BARCELONA, 28 May. (EUROPA PRESS) -
Las elecciones municipales catalanas han tenido como principal protagonista la abstención, ya que sólo ha acudido a las urnas algo más de la mitad de los electores (53,8%), una tendencia ya apuntada en el Estatut y las autonómicas del pasado mes de noviembre.
El PSC ha sido la fuerza más votada, con el 32,23% de los votos, pese a que CiU logra más concejales en toda Catalunya: 3.383. Los socialistas gobernarán en las cuatro capitales de provincia al haber arrebatado a los nacionalistas su mayor feudo: Tarragona. CiU se mantiene como primera fuerza en tres diputaciones (excepto Barcelona).
En el caso de la capital Barcelona, destaca un importante avance de CiU, que no ha servido para desbancar al tripartito encabezado por el alcalde socialista, Jordi Hereu, quien al igual que sus socios de ICV-EUiA, Imma Mayol, y de ERC, Jordi Portabella, han recibido un importante toque de atención al haber perdido un concejal cada uno. Hereu ha confirmado esta noche que continuará con la fórmula de gobierno del tripartito, lo mismo que Portabella y Mayol.
En cuanto a votos, el PSC ha ganado estas elecciones, con 918.000 votos, perdiendo 185.000 votos en relación a las anteriores municipales. CiU ha tenido el mayor número de alcaldes y concejales de los 948 municipios catalanes, aunque también ha perdido globalmente 82.000 votos, consiguiendo 702.000 votos.
Esquerra Republicana, el tercer partido, ha conseguido 324.000 votos con una pérdida de 80.000 votos, lo mismo que Iniciativa, que ha perdido 78.000 votos. El PP, por su parte, pierde 75.000 votos, quedándose en 282.000 votos, y mantiene sus concejales en Barcelona.
El PP, en boca de su alcaldable de Barcelona, Alberto Fernández, se ha lamentado de que se haya votado a Ciutadans de Catalunya, que no ha logrado representación en la capital catalana, a pesar de haber conseguido casi 23.606 votos.
TRES DIPUTACIONES PARA CIU Y UNA PARA EL PSC.
Todos los partidos se han felicitado por haber conseguido buenos resultados. El PSC se ha congratulado de haber ganado Tarragona a CiU y al PP, el único cambio importante de gobierno registrado en Catalunya. CiU satisfecha de haber conseguido el mayor número de capitales de comarca, un buen resultado en Barcelona y de haber ganado tres de las cuatro diputaciones catalanas (Girona, Lleida y Tarragona), pues la Diputación de Barcelona, seguirán en manos socialistas.
Por su parte Esquerra Republicana está satisfecha por mantener a varios alcaldes, y sobre todo porque su gran avance que comenzó en las pasadas elecciones municipales de 2003, se ha mantenido. ICV-EUiA ha reconocido "altos y bajos" en su electorado, pierde algunos feudos, pero se queda con la necesidad de cambiar de políticas, hacer políticas más cercanas a los ciudadanos.
Los partidos xenófobos que se presentaban en las elecciones como el Partit per Catalunya (PxC), y que han hecho mella en algunos puntos de la Catalunya central, han logrado 17 concejales, 4 de ellos en Vic (Barcelona) y otros 4 en Cervera (Lleida). Todos los partidos parlamentarios han rechazado pactar con estos partidos.
El toque de atención para todos los partidos ha sido la abstención, que ha afectado a todos los partidos. La abstención en el referéndum sobre el Estatuto de Autonomía no fue un hecho aislado, se ha repetido en estas elecciones, aunque en menor medida. Barcelona-ciudad, por ejemplo, ha obtenido la segunda peor participación de la historia, con el 49,58%.
