BARCELONA, 27 May. (EUROPA PRESS) -
El colectivo de trabajadores catalanes que tienen una cualificación más elevada que la que exige su puesto de trabajo alcanzó casi las 550.000 personas en 2007, según refleja un estudio de CC.OO. de Catalunya sobre la ocupación en la comunidad autónoma.
Así, 208.000 personas en Catalunya con niveles de formación de grado medio o bachillerato trabajan en puestos de trabajo que no requieren cualificación y están, por tanto, "sobrecualificados", según explicó hoy la secretaria de Acción Socioeconómica del sindicato, Dolors Llobet.
Una situación similar experimentaban a finales del pasado año otras 262.000 personas con estudios universitarios o de formación profesional de grado superior que se emplean en puestos de trabajo que no exigen este nivel de cualificación. Además, unas 77.000 personas que gozan de formación trabajan en actividades que no requieren ningún tipo de cualificación, con lo que la sobrecualificación alcanza niveles "aún mayores", según Llobet.
Ante estas cifras, la responsable de CC.OO. de Catalunya insistió en que la apuesta por una reforma de la formación profesional "debe ir acompañada de la creación de puestos de trabajo de mayor calidad y más valor añadido para no entrar en mensajes contradictorios de cara, sobre todo, a los jóvenes".
Insistió en que el hecho de que, por un lado, se anime a los jóvenes a formarse para mejorar sus condiciones laborales y, por otro, siga existiendo este crecimiento de puestos de trabajo precarios y de poca calidad, puede desembocar en que los jóvenes "se sientan desincentivados para seguir mejorando su cualificación".
De las cifras del estudio de CC.OO. de Catalunya también se desprende que la creación de ocupación se concentró en puestos de trabajo de cualificación baja, que desarrollaron personas con un nivel de formación también bajo.
En este sentido, el portavoz del sindicato, Manel Garcia Biel, apuntó a que el contexto económico de desaceleración iniciado en la segunda mitad de 2007 y que continuará a lo largo de este año invita a plantearse "un cambio en el modelo productivo" que apueste por llevar a cabo "reformas estructurales" que mejoren la formación e incidan en la innovación para "situar la economía catalana en competitividad mundial".
Para Llobet, el fin de este ciclo ha confirmado "la debilidad del mercado de trabajo", puesto que recordó que de los 97.000 puestos de trabajo creados el pasado año, 64.000 fueron de baja cualificación profesional.
MAYOR PROTECCIÓN SOCIAL.
La responsable de Acción Socioeconómica de CC.OO. de Catalunya sostuvo que el panorama económico, con previsible destrucción de empleos y un aumento de la tasa del paro en Catalunya, hace necesaria "una reforma en profundidad de las políticas activas de ocupación y reforzar el papel de las oficinas del Servei d'Ocupació de Catalunya (SOC) de la Generalitat para dar respuesta a los nuevos parados que seguirán surgiendo a lo largo de este año.
Llobet recordó que el estudio cifra en casi 10.000 los puestos de trabajo destruidos en el sector inmobiliario el año pasado, por lo que insistió a la Administración que debe poner "más recursos" y mejorar la gestión para que las políticas se adapten a las características de estas personas en paro, "que puedan recualificarse y reubicarse en otros sectores", concluyó.
Biel corroboró esta petición al Govern y se mostró contrario a llevar a cabo más desregularizaciones o reformas laborales. "Ya tenemos suficiente gente desregulada, con un tercio de los trabajadores con contratos temporales", subrayó.
"Lo que se necesita es la mejora de los recursos públicos y que ni un euro se destine a socorrer a sectores que han tenido ganancias en base a la especulación", añadió, y advirtió del "error" que supondría plantear una nueva rebaja fiscal, puesto que la Administración dejaría de recaudar unos recursos necesarios para dar cobertura social a los más afectados por la crisis.
