Aecoc pone 'DNI' a los libros para optimizar su búsqueda en bibliotecas y librerías

BARCELONA 22 Abr. (EUROPA PRESS) -

La Asociación Española de Codificación Comercial (Aecoc) presentó hoy en rueda de prensa el 'DNI' de los libros: la radiofrecuencia de identificación (RFID), que es una tecnología que permite acceder a distancia a la información contenida en un chip, con el que se identifica de forma inequívoca un artículo. Aplicado a los libros, permite localizarlos en las estanterías y evita que se extravíen.

Además, a los libreros les sirve para tener un mayor control del 'stock' y no perder ventas, porque si el libro está en la tienda lo encontrarán enseguida y, al cogerlo de la estantería, recibirán propuestas de otros libros del mismo autor o títulos relacionados susceptibles de ser de su agrado.

En las bilbiotecas facilita los préstamos, ya que con un terminal similar a lo que un cajero automático es para un banco, los usuarios pueden coger o devolver los libros a cualquier hora y sin hacer colas. Aunque suene a ciencia ficción, la tecnología ya se ha implantado en los 100.000 volúmenes que tiene la biblioteca de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla. El precio de aplicar este sistema tecnológico a una biblioteca es de un euro por volúmen catalogado.

El director general de Aecoc, José María Bonmatí, y el director de Identificación Automática de la asociación, Jordi Mur, explicaron hoy que se trata de trasladar a la tienda real la "experiencia de compra" 'on line' que se puede hacer en webs como Amazon, en la que al interesarse por un libro el internauta recibe sugerencias de otros títulos o de ese mismo libro en otros formatos disponibles.

El chip de radiofrecuencia es "multisectorial", porque en el entorno logístico ya se aplica desde hace tiempo, en identificación de mercancías en los almacenes, en puntos de venta --incluso para crear carros interactivos y probadores que sugieran complementos para la pieza de ropa que el cliente se está probando-- y "de cara al futuro", también se aplicará en el hogar, aseguró Bonmatí.

Los chips están formados por un plástico PET o un papel, un punto de silicio y algún material conductor, como el cobre. Aunque el reciclaje de estos chips es algo largamente debatido en el sector, fuentes de Aecoc aseguraron que los chips pueden crearse con materiales reciclados y, tras su uso, ser reciclados ellos mismos.