Los afectados por la explosión de gas de Santa Coloma ya tienen fecha para volver a casa un año después del accidente

El edificio que acogerá a las familias tendrá diez plantas y estará terminado dentro de 18 meses

Europa Press Catalunya
Actualizado: jueves, 11 enero 2007 16:39

BARCELONA, 11 Ene. (EUROPA PRESS) -

Las 16 familias afectadas por la explosión de gas en el barrio de Fondo de Santa Coloma de Gramenet (Barcelona), que provocó la muerte de dos personas en enero de 2006, ya tienen fecha para volver a casa, cuando se cumple un año de lo ocurrido. El edificio que acogerá a los vecinos sin vivienda "estará terminado dentro de 18 meses", según explicó a Europa Press el portavoz de la plataforma de afectados, Ángel Moratilla.

Tras negociaciones entre todos los vecinos, finalmente el nuevo inmueble constará de diez plantas y 19 viviendas, que son las que desaparecieron tras la deflagración el pasado 12 de enero en la Rambla de Fondo.

Los afectados podrán volver al barrio cuando terminen las obras y los comerciantes que se quedaron sin negocio podrán establecerse en los bajos del nuevo edificio. Estas son, según Moratilla, "buenas noticias" que llenan de "satisfacción" a todos los que sufrieron la pérdida de sus viviendas.

La construcción del nuevo edificio costará tres millones de euros y, según explicó el alcalde de Santa Coloma de Gramenet, Bartomeu Muñoz, "el dinero lo adelantará Gas Natural gracias a un convenio, a la espera de que se aclare quien es el responsable de la explosión". La empresa municipal 'Gramepark' será la que se encargue de las obras.

LA TUBERÍA DE GAS NO TENÍA EL GROSOR REGLAMENTARIO.

Un año después de la explosión, aún no está claro cuáles son las causas que provocaron el accidente y quién es el responsable. No obstante, los vecinos consideran "verosímil" la tesis del informe pericial encargado por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Santa Coloma de Gramenet, encargado del caso, que apunta que la tubería de gas no tenía el grosor reglamentario.

Según el portavoz de la plataforma de afectados, este informe "no es determinante", pero hace que la teoría del escape de agua que propone Gas Natural "pierda fuerza", ya que el estudio indica que "el grosor de la tubería en el tramo donde se produjo el escape era de 1,49 milímetros, cuando la normativa establece que debe ser de entre 6 y 7 milímetros".

Aunque el caso se encuentra todavía en fase de instrucción, Moratilla reiteró que tiene constancia de que la juez ha pedido más informes sobre quién fabricó la tubería, quién la instaló y quién la supervisó.

De hecho, la magistrada ha ordenado a los Mossos d'Esquadra que investiguen qué empresas y personas son las responsables de la fabricación del tubo de gas y de la colocación y supervisión de la tubería de agua donde se produjo el escape para poder tomarles declaración en calidad de imputados.

Moratilla, sin embargo, lamentó que "la lentitud del proceso judicial" impida afirmar con rotundidad por el momento cuáles fueron las causas de la explosión mortal.

EL OPERARIO HERIDO NO RECUERDA NADA DE SU VIDA ANTERIOR.

La explosión en el barrio de Fondo provocó la muerte de una joven de 26 años, vecina del edificio que se derrumbó a causa de la deflagración, el número 66, y de un operario de Gas Natural de 28 años que se vio sorprendido por la explosión mientras trabajaba en la reparación de la fuga de gas. Más de 20 personas resultaron heridas, tres de ellas de gravedad, y algunos aún luchan por recuperarse.

Entre ellos está Mario Urbano, un operario de Gas Natural que trabajaba junto a su compañero, que falleció en el acto, para reparar la tubería afectada. A raíz del accidente, Urbano perdió la memoria y a día de hoy no recuerda nada de su vida anterior.

Según explicó a Europa Press la esposa de Mario, Manoli Pires, su marido ni siquiera la reconoció a ella ni a su hijo de 19 años cuando despertó tras estar un mes en coma en el Hospital de la Vall d'Hebron de Barcelona.

"Mi marido cree que tiene 30 años y que tuvimos a nuestro hijo con 33, así que, para él, el chico era su hermano", recuerda Pires. Ella misma tuvo que explicarle a su marido cuál era su edad real y su oficio, ya que él aseguraba que era camionero y hablaba ocho idiomas.

Las secuelas del accidente también afectan a su memoria a corto plazo, ya que Urbano no puede adquirir nuevos recuerdos, lo que obliga a "repetírselo todo constantemente", según Manoli. La mujer lamentó que un año después del suceso nadie le preste ayuda pese a las dificultades económicas que padece, ya que sus ingresos se han reducido a la mitad.

A raíz de la explosión, Manoli Pires perdió la pensión que le habían concedido dos años antes porque el tribunal médico que debía revisar su situación se celebró seis días después del accidente y ella no pudo presentar sus papeles. Además, su hijo también tuvo que dejar el trabajo y perdió la antigüedad, por lo que su situación económica, "que ya era difícil", empeoró.

Por todo ello, Manoli pide que le adelanten parte de la indemnización que deberá cobrar su marido y del seguro de invalidez de la empresa Cobra, la subcontrata de Gas Natural para la que trabajaba Mario Urbano.

UN ACTO "EN RECUERDO DE LOS AUSENTES".

Con motivo del primer aniversario de la tragedia, el portavoz de la plataforma de afectados por la explosión, Ángel Moratilla, recordó que mañana a las 19 horas se celebrará un acto "en recuerdo de los ausentes" en el mismo lugar donde se produjo el siniestro, que afectó al número 64, 66 y 68 de la rambla de Fondo.

Por otro lado, el próximo domingo, a las 12 horas, se procederá a la colocación de la primera piedra del nuevo inmueble que acogerá a los afectados, que se ubicará en el lugar del accidente. Al acto asistirán el alcalde de Santa Coloma, varios concejales y la vicepresidenta del PSC, Manuela de Madre, ex alcaldesa de la localidad.

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